Este lunes por la mañana más de 40 activistas de Greenpeace de Salta, Jujuy, Misiones, Córdoba, Rosario, Mendoza, Bariloche, Mar del Plata, Bahía Blanca, Buenos Aires, entre otros, llegaron a Chaco para reclamar por los desmontes que siguen apareciendo en la provincia.
Pese a que en noviembre de 2020 se suspendieron los desmontes por un fallo de la justicia provincial, la deforestación continúa y en menos de dos años fueron arrasadas más de 42 mil hectáreas de bosques nativos, una superficie que equivale a dos ciudades de Buenos Aires.
Los activistas de diferentes puntos del país llegaron al Puente Interprovincial General Manuel Belgrano con carteles que tenían varios mensajes: “sin bosques, no hay yaguareté”, “deforestación cero, ya”, “Capitanich, basta de desmontes”.
Diez personas de la ONG ambientalista se colgaron del puente, que une las provincias de Chaco y Corrientes, a 35 metros de altura y aseguran que van a resistir más allá de las altas temperaturas y el viento que corre allí.
La protesta se realiza por el Día Internacional contra el Cambio Climático y la campaña de Greenpeace es en defensa de los últimos 20 yaguaretés que los científicos estiman que sobreviven en el Gran Chaco Argentino.
La palabra de la coordinadora de Bosques de Greenpeace
Noemí Cruz, coordinadora de la campaña Bosques de Greenpeace habló con Radio Sudamericana y aseguró que “el gobernador Capitanich es cómplice de los desmontes ilegales que ocurren en la provincia”. Por esa razón, “estamos señalando su responsabilidad en esta acción de resistencia en el puente”, dijo.
Luego, la mujer reveló que “la provincia del Chaco ya perdió la mitad de sus bosques y ahora, a través de un decreto, el gobierno propone validar los desmontes que se realizaron ilegalmente y permitir la deforestación de un millón de hectáreas más, con el objetivo de expandir la producción de soja y ganadería que principalmente se exportan a China y Europa”.
Los ambientalistas consideran que es un hecho extremo y necesitan ser escuchados porque “estamos ante una grave crisis climática y de biodiversidad, por lo que no podemos perder ni una hectárea más”, concluyó Cruz.