Nuevamente el Instituto para el Desarrollo Sustentable (IDSR) concretó la entrega de semillas a la ciudadanía, en el contexto del trabajo conjunto con INTA Rafaela y el Programa Pro Huerta, y el acompañamiento del Gobierno Local.
En una primera etapa se entregaron 300 kits del programa Pro Huerta en el marco del trabajo articulado con INTA. En una segunda etapa, para continuar contribuyendo con la producción de alimentos en el hogar, se compraron semillas para poder suministrar otros 350 kits más con diferentes variedades: lechuga, achicoria, rúcula, perejil, remolacha, acelga, cebolla y flores.
El director del IDSR, Enrique Soffietti, contó: “Una iniciativa que busca estimular la producción propia para obtener verduras y hortalizas diversas para el autoconsumo, y promover una actividad que involucre a la familia aportando también al ahorro económico. Hay un gran interés ciudadano en este tema, por eso cuando nos quedamos sin los kits de INTA decidimos comprar más semillas para poder duplicar la cantidad de kits entregados incentivando la agroecología y la soberanía alimentaria”.
Interés ciudadano
Gran cantidad de vecinos y vecinas interesados por iniciar o continuar con la autoproducción de alimentos, se acercaron al IDSR para poder adquirir sus kits de semillas.
Marta, del barrio Sarmiento comentó que “ya habíamos recibido en otras oportunidades, y ahora nos acercamos para retirar las de esta temporada. En casa realizamos la huerta junto con mi marido, somos los dos jubilados, es una actividad que hacemos a nuestro ritmo para entretenernos. Pero además, nos gusta mucho tener la huerta en casa, porque cuando necesitamos alguna verdura vamos a buscarla a nuestra huerta y no es necesario que salgamos a comprar”.
Beneficios de la huerta
Las huertas tienen muchos beneficios ambientales, sociales, económicos y para la salud, ya que garantiza el acceso a alimentos saludables, promueve el vínculo familiar y contribuye con la economía familiar. Son además, un medio para recuperar saberes y compartirlos con nuevas generaciones.
Al evitar el uso de agroquímicos, esta actividad resulta sustentable y beneficiosa para el hábitat en general. Además favorece el uso eficiente del agua, la energía y el suelo y ayuda a ahorrar energía.
Este tipo de iniciativas responden a diversos Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU como por ejemplo el fin de la pobreza (ODS 1), hambre cero (ODS 2), salud y bienestar (ODS 3), ciudades y comunidades sostenible (ODS 11), producción y consumos responsables (ODS 12).