Polémica en las redes por “el shopping que no fue”

Es por el proyecto que se debatió en 2014, en donde proponían convertir la Vieja Terminal de Rafaela en un centro comercial. Una década después, sigue generando diferentes miradas. La postura del secretario de Cultura.

Polémica en las redes por “el shopping que no fue”
El "Multiespacio" propuesto por Gla, a comienzos de la década del 2010

Una foto incluida en un posteo revivió una vieja polémica en Rafaela. Fernando Algaba usa habitualmente su cuenta de Facebook para publicar imágenes de lugares o de personas de la ciudad, que fueron claramente populares. Suele tener muchos comentarios y aportes de sus lectores. Pero, en esta oportunidad, lo que seguramente fue un hallazgo en el arcón de los recuerdos, removió un avispero que, ocho años después, sigue dando de qué hablar.

En abril de 2009, la Terminal de Ómnibus en calle Sarmiento dejó de funcionar. Se trasladó a la vera de la ruta nacional 34, su actual ubicación. Fue después de que se le concesionara a un privado, por 30 años, para que se encargara de culminar la parte pública, a cargo de facilitarle la chance de tener un supermercado (y un centro comercial anexo, con cines) en el oeste.

Eso dio a lugar a un debate: qué hacer con ese edificio. En ese marco, es que llegó una propuesta desde una empresa, GLA, para transformar el lugar en un shopping e incluir algunos de los edificios públicos que buscaban un lugar. ¿La inversión? Casi $42 millones para convertir esos 22.647 metros cuadrados en el “Multiespacio Cultural y Comercial”. La propuesta todavía está en la web de la Municipalidad.

Fue así que Algaba encontró un render (una imagen generada por computadora) y lo publicó con un breve texto: “el shopping rafaelino que no fue”. Algo absolutamente cierto, porque el viernes 12 de noviembre de 2010 se discutió en la Sociedad Rural el futuro de ese edificio y se decidió no aceptar la propuesta de GLA. Es así como surgió -luego de un concurso de ideas- el actual Complejo Cultural del Viejo Mercado (inaugurado en 2014), que, sobre el actual Pasaje Carcabuey, tuvo locales dispuestos para una explotación comercial. Salvo la esquina con San Martín, disponible para la gastronomía, el resto siempre fracasó: o con las licitaciones o con los puestos que se pusieron.

El shopping rafaelino que no fue 🏪

Posted by Fernando Algaba on Sunday, January 23, 2022

Uno de los comentarios de Algaba fue el que más debate generó: “1) era una idea aceptada x la opinion publica, 2) fue resistida por sector de la cultura rafaelina y ccirr, 3) salio un hibrido, hoy ocupado practicamente x dependencias municipales”.

Gabriel Faber, actual presidente del Paseo del Centro, preguntó: “perdon ¿de donde sacaste que “era una idea ACEPTADA X la opinion publica si fue, justamente la opinion publica, LA QUE IMPIDIO QUE SE HAGA? en un acto democratico sin presedentes en la ciudad donde 12 instituciones participaron y rechazaron la idea de poner un Shopping privado en un edificio publico. Ceder el ESPACIO PUBLICO para que unos pocos hagan un negocio inmobiliario privado, hubiera sido una locura... el sector comercial nunca se opuso a un Shopping, sino que, la ciudadania se opuso a que este Shopping se haga en un Edificio publico...”.

La respuesta fue que era aceptado por “la ciudadanía en gral. (no a instituciones o el proceso que se utilizó para elegir el destino de ese espacio que me parece super correcto)”

“Y si pasan, entran ( sin pagar nada) y ven lo que hay en el complejo? Cuántos nunca entraron? Muestras de todo tipo, que se pierden la mayoría. Saben que allí funcionan talleres, biblioteca, museos, recorridos interactivos para todas las edades? Es municipal, porque se defendió un espacio público. Vayan, no se van a arrepentir”, propuso, varios comentarios más abajo, María Angélica Amongero.

Pero no terminó allí: el actual secretario de Cultura, Claudio Steppfer, también usó su red social personal para hacer el siguiente posteo:

El señor Fernando Algaba publicó en su perfil de Facebook un posteo en el que se aprecia un llamativo dibujo de un...

Posted by Claudio A. Stepffer on Monday, January 24, 2022

Allí se afirma que “La finalidad de este posteo es acercar algunos fundamentos y datos que aclaren ciertos detalles que acaso el desinterés, la negligencia argumentativa o la desinformación tergiversan u ocultan”.

“Las corrientes de ideas y de opiniones respecto del destino de aquel edificio eran, ciertamente, muy diversas, y entre ellas podían identificarse las siguientes: había quienes no tenían el más mínimo interés en qué pudiera suceder con ese lugar, había quienes directamente se oponían al traslado de la Terminal, había quienes veían con buenos ojos la instalación de un shopping, había quienes pretendían el emplazamiento de un gran estacionamiento, había quienes se mostraban favorables a la instalación de un “pulmón verde”, y varias opciones más, incluida la que bregaba por un complejo o centro cultural, que fue la que finalmente prosperó. A esta última idea adherían mayoritariamente artistas, instituciones y agentes culturales de diferente índole, que a pesar de sus distintas miradas supieron organizar, canalizar y expresar sus inquietudes con razones que resultaron más persuasivas que las otras posturas, de modo tal que primó la decisión de que ese edificio público continuara siendo público, y que se emprendiera allí un proyecto con fines vinculados con la cultura”, dice Steppfer y agrega: “Se trató de un proyecto participativo y abierto en el que intervinieron diversas instituciones, no fue una decisión a puertas cerradas, y el concurso de anteproyectos fue público también. En definitiva, el Complejo fue el resultado de un proceso democrático, en el que el Estado facilitó los medios para que prosperara la idea que con más fuerza y certidumbre emergió y se defendió desde los sectores de la comunidad que estuvieron dispuestos a participar activamente”

“Evidentemente, tal como dice otro de los comentarios, actualmente está “ocupado prácticamente por dependencias municipales”, es decir por dependencias que pertenecen a la ciudad de Rafaela, y el edificio es un patrimonio de la gente de Rafaela, no es propiedad de una empresa privada o de una sociedad anónima de intereses foráneos. Es un rasgo que merece destacarse como un logro..”, sentencia.