La jueza federal Sandra Arroyo Salgado procesó a seis integrantes de la Armada Argentina por la agresión que sufrió la voluntaria Brisa Páez, que quedó en coma farmacológico, en el marco de un ejercicio antidisturbios el 4 de abril en una base naval de Vicente López.
Arroyo Salgado ofició al Ministerio de Defensa y al presidente de la Comisión de Defensa del Senado “con el objeto de poner en su conocimiento que en el marco del presente proceso ha quedado debidamente reflejado y demostrado que durante el desarrollo de una actividad de un entrenamiento (…) se lesionó gravemente a personal militar femenino encontrándose comprometidos derechos fundamentales en el contexto de evidente ejercicio de violencia institucional y violencia de género, por parte de superiores jerárquicos”.
“Los hechos aquí investigados reflejan una preocupante distancia entre las prácticas institucionales observadas y las exigencias legales, convencionales y constitucionales vigentes en materia de derechos humanos”, señaló la magistrada.
“Simulando ser un grupo de manifestantes y aprovechándose de la situación de indefensión e inexperiencia de la víctima, el cabo Segundo Escobar le efectuó a la mentada Páez, con quien habría mantenido un vínculo amoroso, cuanto menos, una patada sobre el escudo protector, provocando que caiga de espaldas bruscamente al suelo e impidiendo que se reincorpore”, señaló el fallo de 120 hojas.
Arroyo Salgado afirmó que Escobar actuó “con alevosía”, disfrazando el ataque como un accidente, y motivado por “sentimientos de superioridad, celos, menosprecio por la mujer, odio y resentimiento”, con una “motivación basada en su condición de género”.
Escobar fue procesado con prisión preventiva por lesiones graves triplemente agravadas y abuso de autoridad. También fueron procesados otros cinco militares: Leandro Morales, Miguel Ángel Reyes, Leandro López, Rodrigo Tejerina y Pablo Bucarón. Otros dos imputados quedaron sobreseídos.
Como fue el episodio
Según la reconstrucción de distintas fuentes, Brisa Paez, de 21 años, se encontraba practicando un simulacro de control de disturbios dentro del predio naval cuando, en medio del ejercicio, uno de los instructores impactó con violencia el escudo que sostenía, lo que ocasionó que la voluntaria perdiera el control y cayera hacia atrás golpeando su cabeza contra el suelo.
En tanto, trascendió que, a pesar de mostrar evidentes signos de desorientación, los ejercicios habrían continuado durante varios minutos más y el informe preliminar de la Fiscalía federal indica que Páez contaba con solo cuatro meses de formación dentro de la Armada y no había recibido instrucción previa para este tipo de entrenamientos, que simulan respuestas ante eventuales disturbios.
Fuente: ElDestapeWEB