El puntaltense Cabo Segundo Cocinero Leonardo Quiroga es el primer integrante de la Armada Argentina en conformar la dotación de la base conjunta antártica San Martín, administrada históricamente por el Ejército Argentino.
Quiroga, con sus 24 años de edad, nunca imaginó que iba a vivir la experiencia. El marino egresó en 2016 con uno de los mejores promedios de la Escuela de Suboficiales de la Armada. El primer destino para el puntaltense su primer destino fue la fragata ARA "Libertad".
Su segundo destino fue la Escuela Naval Militar en Río Santiago, luego se presentó como voluntario para invernar en la Antártida, teniendo que competir con otros interesados para lograr ese objetivo.
Después de los exámenes médicos y psicológicos, finalmente fue uno de los seleccionados para hacer el curso de adiestramiento del que participaron efectivos de la Armada, del Ejército, de la Fuerza Aérea y del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), en ese momento, futuros integrantes de las dotaciones de las bases argentinas en la Antártida. "Venir a la Antártida me pareció una oportunidad única. Gracias a Dios me tocó", expresó el puntaltense.
Mamá María Mercedes, papá Alfredo –enfermero del Hospital Municipal "Eva Perón" de Punta Alta–, su hermano mayor Ariel y su "hermanito" Mauro, conforman su familia que, junto a sus amigos y su novia son los encargados de brindarle a Leonardo el sostén emocional para transitar esta nueva experiencia que lo va a mantener alejado en distancia y tiempo.
"Cuento siempre con el apoyo de ellos, que son los que me dan fuerzas. Están muy orgullosos y muy contentos. Extrañándonos, pero saben que esto me sirve mucho en mi carrera, para mi futuro, y que además es una oportunidad y una experiencia que muy pocos tienen", contó
"Es un orgullo estar en la Armada. Esto para mí no es sólo un trabajo, sino que también es una aventura, una forma de vivir distinta. Por ahora los pasos que estoy dando son muy importantes en lo que va de mi carrera", explicó Quiroga, que siguió la estela de sus abuelos, materno y paterno, que formaron parte de las filas de la Armada como suboficiales.
“Cuando ingresé s
oñaba con esos destino
s pero nunca creí que iba a llegar en tan poco tiempo, como la Fragata Libertad y ahora a una base antártica.
Gracias a Dios me tocó ser el primero
y voy a hacer lo posible para hacer quedar bien a la Armada.
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Fuente: Gaceta Marinera.