Se sigue investigando el asesinato de María Alejandra Abbondanza, a quien mataron y descuartizaron este viernes a metros de su casa. Las primeras pericias confirmaron que la mujer murió a causa de un golpe en la cabeza propinado con una mancuerna. Por el hecho, está detenido Agustín Leonel Chiminelli, de 24 años, y sus padres, Carlos Rubén Chiminelli y Liliana Esther Sánchez (64), acusados de ser sus cómplices.
Según los investigadores, Chiminelli no pudo haber ocultado el crimen sin ayuda, aunque también tratan de determinar si sus progenitores, quienes estaban en el lugar del hecho, participaron del crimen.
El expediente judicial es llevado adelante por la fiscal Ana Laura Brizuela, de la UFI N° 2 del Departamento Judicial Zárate-Campana, quien fue informada este domingo sobre la causla de muerte de la mujer: un traumatismo de cráneo provocado con un elemento contundente. El objeto habría sido una mancuerna gris, de hierro engomado, que Chiminelli descartó en una bolsa de residuos, en un domicilio a 50 metros de su casa.
Chiminelli vio llegar a la mujer con el perro desde su terraza, donde más tarde trataría de incinerar el cuerpo, y salió a su encuentro. El movimiento, de tono familiar y premeditado, hace sospechar a los investigadores que se habría tratado de una cita pautada.
Sin embargo, como el acusado restauró su teléfono celular a las configuraciones de fábrica y borró toda la información, y Alejandra tenía un iPhone, de tecnología mucho más compleja, se hace difícil comprobar esa hipótesis. Ahora, las fuerzas federales deberán trabajar para acceder a los dispositivos y conocer si efectivamente hubo conversaciones previas entre ambos.
Qué rol pudieron tener los padres de Chiminelli
Esther, la madre del Chiminelli, intentó desviar la investigación de su casa, el sábado por la mañana cuando la policía buscaba a la mujer desaparecida por la cuadra. Dijo que el garaje pertenecía a la casa de al lado, por lo que allanaron esa propiedad primero. También mintió al decir que el galponcito en el que se había cometido el crimen era alquilado, cuando en realidad era ocupado por su hijo. A raíz de esto, se determinó su detención.
Por su lado, Carlos Rubén Chiminelli, tiene un impedimento físico pero de todas maneras podría haber colaborado con su hijo para intentar hacer desaparecer el cuerpo. El viernes por la noche, el acusado salió varias veces con bolsas de basura que desparramó por todos lados. En estas, descartó ropa ensangrentada, la mancuerna, el pretal del perrito con manchas de sangre.
Así, la escena del crimen quedó limpia en apenas dos horas, una tarea que difícilmente pueda haber hecho solo. También es impensado que pueda haber movilizado el cadáver de Alejandra por una escalera de 60 centímetros y subirlo a una parrilla, con la intención de incinerar el cuerpo y borrar los rastros del crimen.
Es por esto que se presume la colaboración de sus padres. Pero pese a esto, según establece el Código Penal, no podrían ser imputados por encubrimiento por su relación de “consanguinidad” con el femicida. Será clave, entonces, determinar si tuvieron o no una participación activa en el asesinato para asegurarse que continúen detenidos.
Cómo era Chiminelli con sus exparejas
Chiminelli había denunciado por una expareja, quien pidió en el Juzgado de Familia de Campana una restricción de acercamiento. Por el caso de Alejandra, esta semana será citada a declarar para contar cómo era su relación con el joven.
Asimismo, otra joven identificada como “Mile”, publicó en redes sociales: “Siempre fuiste un psicópata y un manipulador disfrazado de nene bueno. Me hiciste la vida miserable mientras estuvimos vinculados y hay muchos testigos. Hasta de cuando te partiste una baldosa en la cabeza para que no me vaya con mis amigas”.
En su comunicado, la chica señaló a los padres del presunto femicida como “encubridores” de las acciones del joven. “Tus viejos también veían todo lo que hacías y me hacías pasar y te apañaban por ser su único hijo, encerrándome en su casa porque si me quería ir el nene se ponía violento y si ya había roto cosas empezaban a volar otras por el aire. Y siempre, siempre, te defendieron y eras el bueno”, subrayó.
“Los tres son una porquería y espero que se caguen pudriendo. Me duele pero hace unos años atrás pude haber sido yo. Varias veces me vi muerta en manos tuyas Siempre supe lo que podías llegar a hacer vos y tus viejos. Estoy segura de que si muchas hablan, pasaron por el mismo calvario. Yo tuve un Dios aparte de poder zafar, pero María no. Espero que pagues todo”, enfatizó la mujer.