El partido bonaerense de Saladillo no sale de la conmoción por la muerte de Rocío González (25), la joven asesinada de siete tiros por Renzo Chidichimo (25), un compañero de trabajo que estaba “obsesionado” con ella, motivo por el cual la víctima lo denunció ante la justicia y él no podía estar a menos de 200 metros de ella.
Sin embargo, aquel día el agresor llegó al negocio de alarmas, ubicado en la calle Frocham al 2800, fuera de su horario laboral y se dirigió directamente a un cuarto donde se realizan los monitoreos de las cámaras de seguridad. En ese momento, Rocío estaba trabajando junto a otra empleada. Sin mediar palabra, Chidichimo desenfundó un revólver y disparó al menos siete veces en dirección a la mujer, quien fue herida de gravedad.
Tras el ataque, el joven escapó, mientras que la víctima fue trasladada al sanatorio local, donde falleció a raíz de las heridas que le produjeron los disparos recibidos.
Después de cinco días de intensa búsqueda, este martes el joven de 25 años fue detenido. Según informó Clarín, fue hallado a unos 30 kilómetros de la ciudad, en un campo llamado “La Vanguardia”, ubicado en la zona de la Ruta 91, en inmediaciones del Arroyo Las Flores.
La policía también halló el arma que habría sido utilizada para el crimen. Se trata de una pistola Bersa, con numeración visible, cargador colocado y otro más suelto con municiones. Chidichimo confirmó a las autoridades que estaba a su nombre.
“Disfrutá que te queda poco”
Rocío había denunciado a Chidichimo dos veces por maltratos, acoso laboral y violencia psicológica. A pesar de que contaba con un botón antipánico, las medidas no fueron suficientes.
En diálogo con TN, Mariana González, tía de la víctima, brindó más detalles del calvario que padecía Rocío. Unos días antes del brutal crimen, Chidichimo la amenazó: “Disfrutá porque te queda poco”.
“Este asesino estaba obsesionado con ella, tenía todo premeditado”, contó. Según su relato, Rocío tenía planeado ir nuevamente a la Justicia a denunciar la nueva amenaza de su compañero de trabajo, pero no le dio a tiempo. “Fue directamente a matarla, ni tiempo a pulsar el botón antipánico le dio”, contó.
“La Justicia le dio el tiempo suficiente a este hombre para que comprara el arma, tuviera la tenencia y matara a mi sobrina”, se lamentó.