El crimen de Roberto Sabo impactó de fuerte manera en el conurbano bonaerense después de que el kiosquero de Ramos Mejía fuera asesinado durante un robo el 7 de noviembre pasado. Este martes, el único acusado recibió prisión perpetua.
Se trata de Leandro Suárez (29), quien tiempo atrás había señalado que no tuvo la intención de matar y se le “escapó” el tiro.
“Es como ponerle un punto final al tema”, expresó Nicolás Sabo, uno de los hijos de la víctima, luego de escuchar el veredicto final del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°2 de La Matanza a través de zoom, junto a su hermano y a Fernando Burlando, el abogado de la familia.
Cómo fue el crimen del kiosquero en Ramos Mejía y por qué la familia pide cadena perpetua
Según la elevación a juicio presentada por el fiscal de primera instancia, Federico Medone, el crimen de Sabo fue cometido en el marco de un raid criminal que se inició el 7 de noviembre de 2021, cuando el acusado y la chica que lo acompañaba fueron hasta una agencia de remises de Ciudadela y pidieron viajar hasta Ramos Mejía.
Ambos fueron llevados por el conductor de un remís Ford Focus negro hacia esa zona, donde Suárez pidió detenerse unos minutos en un kiosco ubicado en avenida de Mayo y Alvarado, en la zona comercial de Ramos Mejía. Allí se bajó solo e ingresó al kiosco “Drugstore Pato” armado con “una pistola semiautomática 7,65 mm con numeración suprimida y cargada con al menos un cartucho, y con un revólver calibre .22″, de acuerdo a la pesquisa.
Una vez adentro del comercio, intimidó con esas armas a Sabo, se apoderó de 10.000 pesos producto de las ventas y disparó cuatro balazos al kiosquero, dos de ellos con orificio de salida, quien murió casi en el acto, según la acusación.
Al salir del kiosco, el asaltante intimidó con armas al remisero que lo había llevado hasta el lugar y le robó 6.000 pesos de la recaudación, el teléfono celular y el auto, en el que huyó con la adolescente. En la huida, el Focus chocó contra un árbol, momento en que los dos tripulantes se bajaron e ingresaron a un supermercado con intenciones de simular ser clientes y aprovechar para cambiarse las ropas y así tratar de evitar ser identificados.
Tras ello, y siempre bajo amenazas con armas, robaron la moto y pertenencias a un delivery, hasta que finalmente fueron detenidos en avenida de Mayo y Rivadavia, de Ramos Mejía, durante un operativo policial.
Con información de Télam.