Un brutal asesinato fue confesado por su autora, tras haber aparecido este jueves pasado dos piernas mutiladas en la localidad de Lomas de Zamora, provincia de Buenos Aires.
La mujer, exesposa de la víctima, confesó haber matado a golpes a su pareja y luego haber descuartizado el cuerpo.
La Policía bonaerense, tras haber hallado las dos piernas mutiladas, realizó rastrillajes y dio con una cabeza en un arroyo cercano a la zona del crimen, este mismo viernes.
La autora material del asesinato se llama Laura Campos, quien acabó admitiendo lo que había realizado. La investigación comenzó este jueves pasado, tras haber aparecido las mencionadas piernas en una bolsa de residuos en la localidad de Villa Fiorito.
Así, Laura Campos, de 46 años, confesó haber matado a golpes a su marido, Daniel Tomás Silvero, de 56. Luego reconoció haber descuartizado el cuerpo y arrojar restos del cadáver en diferentes lugares del partido de Lomas de Zamora.
La cabeza de la víctima fue hallada por la Policía bonaerense en un balde de cemento, que se encontraba cercano a un arroyo.
Cabe citar que Daniel Tomás Silvero estaba desaparecido desde el 1° de junio.
Hablaron las hijas del hombre descuartizado
Al mismo tiempo, las hijas de este hombre dialogaron en el programa Cortá por Lozano (Telefe) y reconocieron que no tenían vínculo con la asesina de Daniel Silvero. La mujer se casó con él hacía aproximadamente dos años, dijeron.
“Todo nos llamó la atención desde el día en que mi papá desapareció porque él no se desvinculaba con sus hijos ni por mensajes de texto”, afirmó una de sus hijas, y prosiguió: “Somos varios hermanos y siempre estaba conectado. Si no era con uno, era con el otro”.
La otra de las jóvenes contó parte de la cotidianeidad de su padre: “Visitaba día por medio a su primera familia”. A su vez, agregó que Daniel “manifestó en más de una oportunidad que se peleaban (con Laura Campos), que había violencia de hogar y que le robaban”.
Al mismo tiempo, reconocieron haber recibido un mensaje de texto supuestamente de su padre el miércoles pasado, donde les decía que se estaría mudando de domicilio y que además cambiaría su chip.
Pero las jóvenes dudaron de la procedencia de ese mensaje, principalmente porque les costó creer que el hombre tuviera esa actitud y además por las faltas de ortografía que presentaba el escrito.
