El 31 de agosto de 2011, el cuerpo sin vida de Candela Rodríguez apareció dentro de una bolsa, al costado de la colectora de la Autopista del Oeste. Mientras se espera un nuevo juicio oral, familiares harán una misa este domingo para recordarla y pedir justicia.
El encuentro será a las 18 horas en la parroquia Virgen de la Esperanza, en Arribeños 2466 de Hurlingham, provincia de Buenos Aires. “Seguiré honrando su nombre. Los años que pasan no cambian el dolor de madre. Ese dolor nunca se borra”, dijo su madre, Carola Labrador, en diálogo con el Diario La Ciudad.
Además, pidió que los participantes que asistan con “una vela blanca para dejarla en nombre de la niña”. “Van a estar todas sus amiguitas y compañeros de escuela, y mucha gente del barrio porque Cande era y seguirá siendo Cande en todo el país”, agregó.
Cómo sigue el caso de Candela Rodríguez
Un 22 de agosto de 2011, Candela Sol Rodríguez iba a encontrarse con amigas para asistir al grupo de scouts al que pertenecía, pero la secuestraron. Estuvo cautiva nueve días en una vivienda, ubicada en calle Kiernan 992, de Villa Tesei, partido de Hurlingham, hasta que el día 31 de aquel mes encontraron su cuerpo dentro de una bolsa, al costado de la colectora de la Autopista del Oeste.
En el primer juicio, Miguel Angel “Mameluco” Villalba declaró como testigo, al tiempo que Héctor “Topo” Moreyra y el carpintero Ramón Altamirano estuvieron presos en un comienzo de la investigación, entre 2011 y 2012, y luego recuperaron la libertad por falta de pruebas.
Ahora, en el juicio llamado “Caso Candela II”, el cual será en los próximos meses, se buscará condenar a los “partícipes necesarios” de la “privación ilegítima de la libertad coactiva seguida de muerte” de la víctima, luego de que en un primer debate realizado en 2017 fueron condenados Hugo Bermúdez (60), Leonardo Jara (40) y Fabián Gómez (46), los dos primeros a prisión perpetua como “coautores” del hecho y el último a 4 años como “partícipe secundario”.
De todos los acusados, sólo Villalba está preso, pero por otra causa. Tiene una condena de 27 años por narcotráfico y lavado de dinero.
Según la fiscalía, Villalba mandó a secuestrar a Candela porque pensaba que su padre, Alfredo “Juancho” Rodríguez, quien en el momento del crimen estaba preso por “antecedentes de piratería del asfalto, lo había entregado a la policía.
Carola Labrador seguirá como querellante de la mano del abogado Fernando Burlando.
