Los dos policías involucrados en un presunto caso de gatillo fácil, ocurrido el último domingo en el barrio A3-2 de Posadas, fueron imputados este martes por homicidio.
Se trata de dos efectivos de la seccional Décima, que se encuentran detenidos desde entonces a disposición del juez de Instrucción 6, Ricardo Balor. El magistrado dictó "secreto de sumario" y espera que le llegue el informe sobre el proceder policial durante la madrugada del domingo, cuando Arnaldo Amarilla (33) apareció muerto en el interior de su hogar, según publicó Primera Edición.
En las últimas horas salió a la luz un informe médico preliminar que dio cuenta que el cuerpo de Amarilla tenía impactos de perdigones policiales de goma en la zona del pecho, brazos y espalda. A su vez, habría sido alcanzado por alguno de acero cuyas heridas, se cree, le habrían causado la muerte después de un tiempo de agonía. El diagnóstico concluye que se trató de una "muerte violenta", según publicó El Territorio.
En el día de ayer, familiares y amigos de la víctima despidieron sus restos y exigieron justicia. Las autoridades respondieron con el desplazamiento de la cúpula de la Seccional Décima y la asunción de dos nuevos jefes.
La investigación se centrará ahora en determinar en qué circunstancias fueron efectuados los disparos con la escopeta antidisturbios, que pudo estar cargada con cartuchos de goma o balines de acero. Con respecto a los efectivos detenidos -un oficial subayudante y un sargento- habrían admitido que, durante una de las tantas intervenciones que tuvieron en el barrio como consecuencia de peleas entre bandas, efectuaron disparos con el arma que estaba cargada en la comisaría.