A tres semanas de la misteriosa muerte de Pablo Damián Torrilla, el gendarme fallecido de un disparo en la cabeza en la costa Posadeña, su esposa brindó detalles de las últimas horas de vida de su marido y negó hipótesis inicial de que se trató de un suicidio.
"La teoría del suicidio no la contemplo, o lo mataron o le obligaron a matarse, no confío en nada ni en nadie y voy a llegar hasta las últimas consecuencias así pierda el trabajo, mi prioridad es y siempre fue mi marido", señaló Valeria Brandan Gómez, en diálogo con El Territorio.
"Era intachable como persona, tenía orgullo por mi marido, hicimos la escuela de oficiales juntos, yo lo admiraba. No entiendo por qué le provocaron tanto daño, nadie me a convencer que se suicidó, no tenía motivos para hacerlo", añadió.
La principal sospecha de la familia de la víctima apunta hacia sus compañeros de la fuerza. "Mi hijo le estropeó el negocio a más de uno y me lo mataron", había declarado previamente su padre, haciendo alusión al vínculo de algunos oficiales con el narcotráfico.
"No culpo a la Gendarmería porque es la fuerza que con mi marido elegimos trabajar. Pero sí creo que algunos integrantes están implicados y voy a ir hasta las últimas consecuencias para descubrir qué pasó realmente", aseguró la viuda de Torrilla.