En seis minutos resumen 20 años de la vida de Agustín Da Silva, el atleta de Oberá que corre para representar a la Argentina. El mini-documental retrata su historia, repleta de carencias, trabajo infantil y hambre, pero también muestra el sacrificio de Da Silva para poder salir adelante.
Nació en un hogar de tareferos en Caballeriza, un barrio pobre de la ciudad de Oberá que carece de conexiones eléctricas y agua potable. A los 12 años su única esperanza para sobrevivir era cosechar 600 kilos de yerba mate cada 12 horas del día.
Hasta que Irma Silvera, maestra de primaria le ofreció a la madre de Agustín la posibilidad de terminar la escuela. Irma al ver los rayones en los brazos de Da Silva, provocados por las ramas de las plantas de yerba al ser cosechadas, le dijo: "A partir de ahora vos no vas a volver a los campos, vas a seguir mi consejo".
"El era una esmeralda sin pulir", recuerda Irma en el documental. Ya que siempre tuvo ganas de seguir aprendiendo y superarse. Comenzó a correr casi al mismo tiempo que continuó sus estudios, en menos de cuatro años su evolución deportiva le mereció varios títulos nacionales en pista y a campo traviesa (Cross Country). Está posicionado como uno de las mejores potencias del atletismo argentino.
A pesar de esto, la falta de alimentos y una mala nutrición nublarían el futuro de Agustín como atleta. Sin embargo, logró a través de un artículo periodístico, que cuestionaba este tema, conseguir un sponsor que le proporcionara los alimentos necesarios para mantener una dieta balanceada. "Mi sueño es representar a la Argentina algún día", dijo cerrando el reportaje.