En redes sociales circula el video de una mujer que viajó a Corea del Sur y grabó a diferentes hombres durante su estadía como turista. Con este clip, la mujer quería señalar su mayor desilusión con el país asiático: los hombres no son como los “idol” del KPop o de un kdrama.
El clip dura segundos, pero la molestia de la joven salta a la vista, especialmente cuando dice “Nos han engañado, quiero irme”, tras haber grabado sin consentimientos a varios hombres por las calles de Corea.
El comentario generó críticas por reflejar los efectos del estereotipo cultural y la idealización mediática.
Los estereotipos en Corea
La popularidad global de los K-dramas (dramas coreanos) y el K-pop ha proyectado una imagen muy específica de Corea del Sur, tanto fascinante como, en ocasiones, llena de estereotipos.
Como ocurre cuando se visita otro país, es importante diferenciar entre la ficción y la realidad social del país.

La realidad es que el mundo del entretenimiento coreano suele presentar al ideal del hombre bello, con apariencia cuidada, gentil y cariñoso, que a veces tiene rasgos andróginos. También presentan al “Chico Malo” Romantizado, que se basa en personajes que se muestran fríos, distantes o incluso groseros/patanes con la chica, pero que en secreto hacen cosas buenas por ella.
Esta misma dinámica ha sido criticada por romantizar relaciones tóxicas o actitudes machistas.
Estos estereotipos no solo se quedan en los hombres, también ocurren en las mujeres. Muchas veces son retratadas como chicas inocentes, ingenuas, débiles o muy dependientes de los protagonistas masculinos, que no siempre dicen lo que piensan y se quedan calladas.
Cabe destacar que las mujeres en la vida real coreana no son necesariamente sumisas, aunque en algunos dramas mostrar a la mujer fuerte y más independiente suele hacerla parecer como “alguien diferente” que llama la atención del protagonista.
































