Alicia Rosa Perea, una joven emprendedora, vivió una experiencia angustiante que rápidamente se viralizó en las redes sociales. En un error desafortunado, transfirió un millón de pesos a una cuenta equivocada, dinero destinado a la compra de mercadería para su negocio online.
Según narró Alicia en su cuenta de TikTok, la transferencia se realizó de manera habitual, ya que realiza pagos frecuentes debido a su actividad comercial. Sin embargo, al momento de completar la transacción, se dio cuenta de que había cometido un error al seleccionar al destinatario. “Nunca pensé que algo así podría pasarme. Sin un local físico, mi fuente de ingresos depende de las ventas por Internet, lo que hace que la pérdida sea aún más significativa”, confesó a TN, revelando lo desesperada que estaba por recuperar la suma.
La joven intentó comunicarse con el destinatario de la transferencia a través de TikTok, donde una persona que decía ser el receptor de los fondos admitió haber recibido el dinero, pero se negó rotundamente a devolverlo. A pesar de la comunicación, la situación se complicó cuando comenzaron a surgir dudas sobre la identidad del interlocutor. Alicia explicó que alguien había afirmado ser la hermana del supuesto destinatario, diciendo que el verdadero TikTok de la persona era otro y que ellos, en realidad, eran de Entre Ríos y no tenían nada que ver. El caso se volvió un caos de confusión y dudas.
El final inesperado de la mujer que transfirió por error un millón de pesos
En medio de la incertidumbre, Alicia decidió compartir su experiencia a través de las redes sociales, donde el posteo generó una amplia variedad de reacciones. Algunos la criticaron y dudaron de sus palabras, mientras que otros se mostraron empáticos con su desesperación. Sin embargo, lo que parecía un desenlace imposible, se transformó en una sorpresa: “¡Me devolvieron el millón de pesos!“, exclamó entre gritos y saltos de alegría. En un segundo video, Alicia mostró cómo logró recuperar el dinero, agradeciendo a los medios que habían difundido su caso, así como a su abogada por su apoyo legal durante el proceso.
Alicia también aprovechó la oportunidad para disculparse con el hombre al que le había realizado la transferencia, aclarando que su único objetivo era recuperar lo que le correspondía. “Yo solamente estaba pidiendo algo que era mío, jamás hubiera querido perjudicarlo en nada, valoro un montón la honestidad”, expresó con humildad.
Este caso no solo resalta la importancia de la precaución al realizar transferencias bancarias, sino también el poder de las redes sociales en situaciones de emergencia. Gracias a la visibilidad y la difusión de su historia, Alicia logró el desenlace que tanto esperaba. Una experiencia que demuestra que, en tiempos de crisis, la solidaridad virtual puede hacer la diferencia.
