No los vemos, pero están y mucho más cerca de lo que pensamos. Los seres humanos compartimos nuestra piel con una amplia variedad de microorganismos, algunos de los cuales son tan pequeños que pasan desapercibidos a simple vista. Uno de estos inquilinos microscópicos es el Demodex folliculorum, un ácaro diminuto que habita en nuestros poros y que posiblemente no conocías.
¿Qué es el Demodex folliculorum?
El Demodex folliculorum es un ácaro arácnido que se encuentra comúnmente en los folículos pilosos de los mamíferos, incluidos los seres humanos. A pesar de su tamaño diminuto, su presencia en la piel humana es bastante común, y la mayoría de las personas albergan estos ácaros sin siquiera saberlo.
¿Dónde vive el Demodex folliculorum?
Estos ácaros se encuentran especialmente en áreas del cuerpo con una mayor concentración de glándulas sebáceas, como la cara, especialmente alrededor de la nariz, los párpados y las mejillas. También pueden encontrarse en el cuero cabelludo y en otras partes del cuerpo donde existen folículos pilosos.
¿El Demodex folliculorum es peligroso?
Aunque la mayoría de las personas son portadoras de Demodex folliculorum, generalmente no causan ningún problema y se consideran comensales normales de la piel humana. Sin embargo, en algunas circunstancias, especialmente cuando su población se dispara, pueden desencadenar afecciones cutáneas como la rosácea y la dermatitis.
Consejos para mantener una piel sana y libre de ácaros
Mantener una piel sana para prevenir problemas cutáneos y promover la salud en general se puede llevar a cabo con una serie de cuidados, pero es muy complicado lograr estar libre de ácaros.
- Limpieza facial regular: Lavar tu rostro dos veces al día con un limpiador suave y adecuado para tu tipo de piel. La limpieza regular ayuda a eliminar el exceso de grasa, suciedad y células muertas de la piel, lo que puede reducir la proliferación de ácaros.
- Evitar el exceso de grasa: Los ácaros Demodex folliculorum se alimentan del sebo producido por las glándulas sebáceas de la piel. Por lo tanto, es importante controlar el exceso de grasa en la piel manteniendo una dieta equilibrada y utilizando productos para el cuidado de la piel no comedogénicos.
- Mantener la piel hidratada: La piel seca puede provocar irritación y descamación, lo que puede favorecer la proliferación de ácaros. Usa una crema hidratante ligera y sin aceite para mantener la piel suave y flexible.
- Evitar el estrés: El estrés puede debilitar el sistema inmunológico y aumentar la susceptibilidad a las infecciones cutáneas, incluida la proliferación de ácaros. Practica técnicas de manejo del estrés como la meditación, el yoga o la respiración profunda para reducir el estrés y promover la salud de la piel.
- Lavar la ropa de cama con regularidad: Lavar las sábanas, fundas de almohadas y toallones regularmente con agua caliente para eliminar los ácaros y las células de piel muerta que pueden acumularse en ellas.
- Evitar el uso excesivo de maquillaje: El maquillaje puede obstruir los poros y favorecer la proliferación de ácaros. Siempre retirar el maquillaje antes de acostarte a dormir y elegir productos no comedogénicos que no obstruyan los poros.
- Consultar a un dermatólogo: Si experimentás síntomas de problemas cutáneos relacionados con ácaros, como enrojecimiento, picazón o inflamación, consultar a un dermatólogo para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuados.