Milei abre las sesiones del Congreso ante una oposición que promete marcarle la cancha

Hará un repaso detallado de la herencia recibida y formulará anuncios. En una entrevista, reconoció que es “difícil” aprobar reformas con la actual composición parlamentaria, donde el oficialismo está en extrema minoría.

Milei abre las sesiones del Congreso ante una oposición que promete marcarle la cancha
El presidente Javier Milei en el Congreso. (Archivo)

Parado desde un atril, en horario nocturno y ante una oposición que promete marcarle la cancha, Javier Milei inaugurará este viernes el 142° período de sesiones ordinarias del Congreso, al que calificó recientemente como un “nido de ratas”. Lo hará después de la experiencia traumática de la “ley ómnibus” en extraordinarias y de cara a un año donde volverá a padecer su condición de extrema minoría parlamentaria.

La Asamblea Legislativa, que será conducida por la vicepresidenta Victoria Villarruel, comenzará a las 20 para cumplir con los pasos protocolares. Una hora después, el presidente ingresará al recinto y pronunciará su discurso, que duraría alrededor de media hora y será transmitido por cadena nacional. Será la primera vez que Milei abra el período ordinario, tras haber asumido el poder hace menos de tres meses con un mensaje de espaldas al Congreso que sigue disgustando a los legisladores.

En la previa de la ceremonia, Milei concedió una entrevista al medio económico Financial Times, donde aseguró que no necesita del Congreso para salvar la economía. Sin embargo, reconoció que “mientras el Congreso tenga su composición actual es difícil aprobar reformas” porque “los políticos no tienen problema en dañar los intereses de los argentinos para mantener sus privilegios”.

Más allá de ese razonamiento, admitió que “a largo plazo se necesita el Congreso” y apostó a un triunfo en los comicios legislativos de 2025 para acrecentar su capital e impulsar las reformas que no avancen ahora. Es que La Libertad Avanza tiene tan solo 38 diputados propios (se necesitan 129 para abrir una sesión) y siete senadores (el quórum es con 37), por lo que depende del PRO, la UCR y fuerzas provinciales.

Los diputados que estuvieron este miércoles con Milei en Casa Rosada perjuran que el presidente no les adelantó nada del contenido del discurso, aunque se espera que vuelva a impulsar la fallida “ley ómnibus” a través de proyectos por separado. Uno de ellos buscaría modificar la fórmula jubilatoria para actualizar los haberes por IPC (Índice de Precios al Consumidor) a partir de abril.

Pese a los esfuerzos del Gobierno por sostener que no se trató de un fracaso, las sesiones extraordinarias dejaron un saldo altamente negativo: no se aprobó ninguno de los proyectos del temario. El tratamiento de la “ley ómnibus” demostró que el grueso de la oposición hará valer su número para proponer cambios y poner límites, más allá del ánimo colaborativo.

Del tono del discurso presidencial dependerá, seguramente, la reacción de la oposición. Desde este jueves había reuniones de diputados de Unión por la Patria, la UCR y Hacemos Coalición Federal para definir la conducta a seguir en la Asamblea. El PRO, el bloque más cercano a los libertarios, palpitaba la previa con una cena de camaradería.

Por su parte, el Frente de Izquierda se pronunció en apoyo a las manifestaciones que se realizarán mientras hable Milei. Incluirán una concentración a partir de las 19 y cacerolazos frente al Congreso, y previamente actividades de protesta en las estaciones porteñas de Once, Constitución y Retiro.

Presión por el DNU

Uno de los primeros obstáculos que deberá sortear el oficialismo en el período ordinario es la presión cada vez más creciente para tratar en el Congreso el DNU 70/23, que derogó y modificó más de 300 leyes con el objetivo de desregular la economía.

Unión por la Patria volvió a exigir a Villarruel que convoque a sesionar en el Senado tras cuatro pedidos ignorados, mientras que en Diputados el espectro “dialoguista” analiza impulsar una “ley espejo” para salvaguardar del rechazo algunos capítulos del decreto.

El debate se reinstaló este jueves en la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo, donde el kirchnerismo descargó su enojo contra Villarruel por no haber citado a tres sesiones pedidas por Unión por la Patria y una cuarta solicitada en los últimos días por senadores de extracción peronista y partidos provinciales.

“No es una facultad poner fecha para la sesión, es una obligación. Villarruel obtura el funcionamiento de un poder del Estado”, advirtió la diputada Carolina Gaillard (Unión por la Patria), quien precisó que en total son 42 los senadores que pidieron sesionar. Con ese número, estarían en condiciones de rechazar el DNU en el recinto, pero para voltearlo definitivamente haría falta que también lo desapruebe Diputados.

En la Cámara baja, la estrategia que maceran en la oposición “dialoguista” es impulsar una “ley espejo” al DNU para poder abordarlo capítulo por capítulo, algo vedado en la bicameral, donde solo se pueden analizar los decretos en su totalidad. Hay un proyecto que reproduce el texto del DNU presentado por el radical Martín Tetaz, igual a otro ingresado en el Senado por Carolina Losada.

La estrategia fue blanqueada por el diputado Nicolás Massot en la reunión de comisión. “Aboquémonos al tratamiento por ley”, pidió, y agregó: “Me cuesta mucho aceptar este DNU, pero rechazarlo también es un problema. Si no lo reemplazamos antes por una ley, estaríamos dando una señal contradictoria, por ejemplo, con la ley de alquileres”.

La intención de Massot es, además, salvaguardar la reforma laboral (que calificó como el “corazón” del DNU) y también otros puntos como las privatizaciones. El diputado de Hacemos Coalición Federal avizoró que “es inminente el tratamiento del DNU en los plenos” y que “evidentemente hay una voluntad mayoritaria para rechazarlo” en el Senado, como quedó plasmado en los pedidos de sesión.

Otra de las vías que explora la oposición “dialoguista”, es la de modificar la Ley 26.122, que regula el trámite de los Decretos de Necesidad y Urgencia y exige el rechazo de ambas cámaras para anularlos y la aprobación de solo una para ratificarlos. Massot remarcó que hay que modificar ese trámite y además permitir los análisis parciales de los decretos, ante la sospecha de que este gobierno gestionará con “decretos que van a ser sustitución de leyes”.

Por otra parte, en la reunión de la bicameral se aprobó un pedido del senador radical Víctor Zimmermann (que fue designado secretario) para que funcionarios nacionales asistan al Congreso a defender el DNU, en fecha a definir.

Convocarán al jefe de Gabinete, Nicolás Posse; el ministro de Economía, Luis Caputo; el secretario de Transformación del Estado, Armando Guibert; el de Agricultura, Fernando Vilella; el de Trabajo, Omar Yasin; el de Salud, Mario Russo; y el nuevo director ejecutivo de la ANSES, Mariano De los Heros Battini. No se aceptó un pedido del senador kirchnerista Oscar Parrilli para sumar al listado al asesor Federico Sturzenegger, quien fue mentor del decreto pero guarda silencio.