La Cámara de Diputados aprobó en general la Ley Ómnibus por 144 votos a favor y 109 en contra, con el apoyo del PRO, de la UCR, de Hacemos Coalición Federal y de Innovación Federal y, por el contrario, el rechazo de Unión por la Patria y la izquierda. Sin embargo, la partida está lejos de estar terminada para el Gobierno. El tratamiento del proyecto se reanudará el martes con un voto artículo por artículo de los poco más de 220 que quedaron en la ley (el texto original tenía 664), y varios podrían ser rechazados.
El oficialismo y los bloques “dialoguistas” aún deben superar diferencias sobre privatizaciones, la delegación de facultades, el Fondo de Garantía y la coparticipación del Impuestos País, un tema clave para las provincias y la negociación con los gobernadores. Además, el oficialismo está preocupado por la fragmentación de los bloques aliados.
El radicalismo tiene la interna entre De Loredo y el diputado Facundo Manes. En Hacemos Coalición Federal que conviven Miguel Ángel Pichetto, Juan Manuel López, Margarita Stolbizer y Mónica Fein. Las diferencias dentro de los espacios son grandes.
El Gobierno, creen que el 90% de los artículos que quedaron de la Ley Ómnibus serán aprobados el martes en la Cámara de Diputados y el propio Javier Milei no duda en tensar la relación con los mandatarios provinciales.
La pelea que espera al oficialismo en el Senado
De aprobarse los artículos en particular, el proyecto pasará al Senado, que lo puede aprobar, rechazar o devolver con sus correcciones. Si existe alguna modificación y Diputados la acepta, el texto se sancionará aprobado en la cámara revisora, en este caso el Senado. Pero si Diputados insiste con la redacción originaria, necesitará alcanzar la misma mayoría de 144 votos o una superior que la del Senado para que se sancione el texto que aprobaron el viernes.
Al oficialismo le esperan nuevas y ásperas negociaciones en la Cámara que dirige la vicepresidenta Victoria Villarruel. La Libertad Avanza tiene solo 7 senadores propios, por lo que necesita de otros 30 senadores de la oposición para tener quórum para sesionar. En el Senado, Unión por la Patria pesa fuerte con 33 senadores. Además, varios senadores responden a los gobernadores de sus provincias, que podrían aprovechar para tratar de atar cabos sueltos y renovar la presión por el pacto fiscal.
Villarruel sostiene una agenda paralela a la línea de Milei y mantiene reuniones con todos los jefes de bloque. Tiene diálogo tanto con el senador José Mayans del Frente de Todos como con Eduardo “Peteco” Vischi de la UCR. Intenta acelerar los acuerdos, que ya vienen diagramados previamente en Diputados, y recibir la media sanción de la Ley Ómnibus con un panorama claro.
Aunque el Gobierno busca abreviar el tratamiento en el Senado, los legisladores anticiparon que quieren expositores “de primera línea”, como el ministro de Economía, Luis Caputo, cuya ausencia en Diputados le valió duros cruces con Miguel Ángel Pichetto.
Villarruel aún no hizo saber qué comisiones intervendrán en el tratamiento del proyecto ni qué senador presidirá el plenario. Además, es probable que el Senado no llegue a tratar el proyecto en el recinto antes de que finalice el período de sesiones extraordinarias, que vence el próximo 15 de febrero, lo que obligaría a Milei a volver a prorrogarlo. La fecha inicial, del 31 de enero, revela que el Gobierno pecó de optimismo.
Cabe mencionar que desde la asunción del nuevo Gobierno, el proyecto de la Boleta Única, impulsado por el oficialismo y una parte de la oposición “dialoguista”, quedó trabado en el Senado por la falta de votos para aprobarla. Aunque, en los últimos días, la oposición tampoco pudo avanzar con el tratamiento del Decreto de Necesidad de Urgencia ya que la vicepresidenta Victoria Villarruel no convocó a sesión.