La Corte Suprema de Justicia de la Nación tomó la decisión por unanimidad de cesarle las actividades a la jueza Ana María Figueroa, quien era hasta este momento magistrada de la Cámara Federal de Casación Penal, pero que ya contaba con la edad suficiente para jubilarse. Pese a eso, Figueroa se negaba a hacerlo y había pedido una prórroga para continuar en su puesto, sin goce de sueldo.
La jueza debía definir la causa Hotesur-Los Sauces. La decisión implica que el Consejo de la Magistratura deberá elegir a un sucesor. La misma la tomaron este miércoles Ricardo Lorenzetti, Juan Carlos Maqueda, Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz.
El fundamento principal en el que se basaron fue que el pasado 9 de agosto, la magistrada cumplió 75 años, el límite que fija la Constitución Nacional para que los jueces cesen en sus funciones (según el artículo 99, inciso 4).
Además, no consiguió un nuevo acuerdo del Senado que la ayudase a mantenerse en su cargo. La decisión se conoció mientras estaba reunido el plenario de la Cámara de Casación que iba a debatir si se le otorgaba o no la licencia prolongada sin goce de sueldo que había solicitado este martes Figueroa.
La decisión impacta de lleno en la causa Hotesur-Los Sauces, en donde la vicepresidenta Cristina Kirchner junto a sus hijos, está acusada de lavado de dinero. La jueza en cuestión debía intervenir en la causa.
El pedido para que Figueroa dejase su cargo ya venía de larga data. Anteriormente, el Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires había pedido: “Debe irse y su cargo debe concursarse para ser cubierto”, fueron las palabras de Jimena de la Torre.