La CGT refrendó su poder de movilización callejera, con una marcha multitudinaria al Congreso que llevó la consigna “Primero la Patria”. La manifestación, a la que se sumó la CTA y los movimientos sociales oficialistas, apuntó contra los “formadores de precios” y “los especuladores”.
No obstante, el Gobierno nacional también se vio cuestionado por su fracaso, al menos hasta ahora, en detener la escalada inflacionaria y la caída del poder adquisitivo de los trabajadores. Lo resumió Pablo Moyano: “El mensaje es claro: denunciar, repudiar, a los generadores de precios, a los especuladores, y decirle al compañero Presidente que seguimos bancándolo, pero que ponga lo que tenga que poner para frenar la voracidad que tienen estos tipos de seguir ganando en contra de los argentinos”.
En simultáneo a la marcha de la CGT, hubo otra concentración en la Plaza de Mayo. Aquí la presión callejera al Gobierno nacional corrió por cuenta de Frente de Izquierda y la Unidad Piquetera (liderada por el Polo Obrero), que denunció “el ajuste” del ministro Sergio Massa.
Como mensaje de unidad, después de una semana donde volvieron a aparecer grietas, los tres secretarios generales de la CGT marcharon por la Avenida de Mayo en primera fila, uno al lado del otro. En la previa, la conducción cegetista había mostrado posiciones encontradas frente al único anuncio que Massa había hecho sobre salarios al presentar su paquete de medidas económicas. El nuevo ministro de Economía propuso, sin mayores detalles, discutir “un refuerzo” para los salarios de entre $50.000 mil y $150.000.
Moyano, un grupo de sindicatos alineados con el kirchnerismo, más la CTA que conduce el diputado nacional Hugo Yasky, se pronunciaron a favor del bono (o “refuerzo”). Por el contrario, los otros dos secretarios generales, Héctor Daer y Carlos Acuña, más el sector de grandes sindicatos de la CGT, se opusieron: el bono no haría más que descalabrar las conversaciones paritarias.
Daer y Acuña, tal como lo informó este diario días atrás, se reunieron con Massa la semana pasada. Los tres integran el Frente Renovador. En la reunión, de la que también participaron Gerardo Martínez y José Lingeri, se acercaron las partes. El bono o refuerzo empezó a ser digerido, aun cuando faltan detalles.
La semana pasada, Massa anunció el pago de un bono de $7.000, a pagar en septiembre, octubre y noviembre, para las jubilaciones mínimas. El refuerzo para los salarios privados (se habla de uno o dos pagos de una suma fija) se inscribe en este tipo de medidas de carácter “redistributivo”.
“Alberto, sacá ese bono o esa asignación o suma fija para los trabajadores que no llegan a fin de mes”, marcó la cancha Pablo Moyano, en el mini acto que se improvisó en el cruce de San Juan y la 9 de Julio, previo a marchar hacia el Obelisco a encontrarse con otros sindicatos. El dirigente camionero dejó en claro que la marcha también es un mensaje para la opositora Juntos por el Cambio: “Quieren llevar a un golpe institucional y venimos a denunciar a esta manga de delincuentes que todos los días atacan al Gobierno”. Moyano calificó de “manga de delincuentes” a los “empresarios de AEA”, a los que responsabilizó por las remarcaciones de precios.
El co-secretario general de la CGT, además de pedir por paritarias libres, igual que los otros dos secretarios generales, explicitó otro reclamo que se pondrá en la mesa de negociación con Massa: la extensión de la Asignación Universal por Hijo a todos los trabajadores registrados (unos seis millones de empleos).
“Esta marcha es aire para el Gobierno”, coincidieron los sindicalistas Hugo Yasky, de la CTA, y Omar Plaini, de la CGT, en una evaluación benévola hacia la Casa Rosada. Los dirigentes sindicales entienden que la masividad de la marcha es una advertencia a la oposición y su intención de volver al Gobierno nacional. “Sea el gobierno que sea, el pueblo siempre va a defender en la calle sus derechos”, dijo Yasky.
Las organizaciones sociales ligadas al oficialismo también movilizaron y se plegaron a las columnas de la CGT. Se vieron banderas del Movimiento Evita y Somos Barrios de Pie. Con los planes sociales bajo la lupa del propio Gobierno, los movimientos sociales volvieron a pedir la implementación de un “salario básico universal”. Por ahora, esta idea no cuaja en el nuevo ministerio de Economía.
Después de marchar del Obelisco al Congreso, la dirigencia de la CGT ofreció una conferencia de prensa. “Esta puede ser la primera marcha que realicemos, porque si siguen sacándole el plato de comida a los argentinos, vamos a seguir movilizando”, avisó Moyano.
“El pedido principal es que Argentina salga de este momento crítico por una salida beneficiosa para el pueblo y no para los sectores que especulan con la devaluación y con la remarcación de precios”, apuntó Daer.
Acuña dijo que los empresarios deben entender “que no se puede vivir remarcando y que, si los trabajadores tienen más plata, mejor les va a ir a ellos”.
Moyano le dejó una chicana a la izquierda que marchó a la Plaza de Mayo con críticas a la CGT por no llamar a un paro nacional: “es el único partido obrero del mundo que no tiene un obrero”, dijo el camionero en referencia al Frente de Izquierda.
Al terminar la marcha, el Gobierno informó de una convocatoria a las empresas de consumo masivo para el martes que viene, como lo había adelantado la semana pasada por el Presidente Alberto Fernández. “Precios y salarios”, la agenda. Sergio Massa estará al frente de la reunión.