El reloj corría y la sesión no arrancaba. Mientras el cordobés Gabriel Bornoroni, jefe del bloque oficialista, reclamaba a los gritos que los diputados de Unión por la Patria se sentaran en sus bancas, Martín Menem hacía estallar los teléfonos de los dialoguistas Miguel Pichetto y Oscar Agost Carreño. Ante los ojos del riojano, las bancas de Hacemos Coalición Federal lucían por completo vacías. Cuando pasó media hora del horario de convocatoria, el titular de la Cámara Baja pronunció las palabras que nunca hubiese imaginado: el debate estaba caído. El tablero marcaba 111 presentes; faltaron 18 para el quórum.
La bancada Hacemos, que preside Pichetto y alberga a los diputados del oficialismo cordobés, el socialismo y otras expresiones políticas, decidió vaciar la sesión después de comprobar, en la reunión previa de Labor Parlamentaria, que iba camino a convertirse en un “circo romano”. Es que a pesar de las reiteradas advertencias que bajaron de los bloques dialoguistas, el oficialismo buscaba abrir una sesión de 24 horas donde prometían colarse todo tipo de temas sin resolución a la vista, desde la polémica por la visita de libertarios a represores presos en Ezeiza hasta el “fraude electoral” en Venezuela y la denuncia de Fabiola Yañez contra el expresidente Alberto Fernández por violencia de género.
“No se cerró un Plan de Labor. Ibamos a ir a un circo romano”, advirtieron en Hacemos, bloque que terminó de endurecer su postura contra el Gobierno y que ya prepara su próxima jugada: pedir una sesión especial para tratar el DNU 656/24, que elevó a $100.000 millones los fondos reservados de la nueva SIDE (Secretaría de Inteligencia). Para eso, esperan que se cumplan los 10 días hábiles desde el ingreso del decreto al Congreso.
Desconcertado, Menem se anotició en el momento de que el bloque de Pichetto no bajaría a la sesión. A eso se sumaron algunas otras ausencias, como la de tres radicales que faltaron con aviso y uno que renunció para asumir como ministro de Seguridad de Corrientes. Asimismo, algunos diputados de la Coalición Cívica que se habían sentado en sus bancas comenzaron a pararse cuando vieron que sus exsocios de Hacemos no daban quórum.
Con la sesión caída, Hacemos dio su explicación formal. “No vamos a ser funcionales a discutir la agenda identitaria de los extremos del arco político. Instamos al presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, a que recupere el normal funcionamiento de esta casa”, planteó el bloque en un comunicado, y agregó: “Es fundamental que se traten los temas que hacen a los intereses reales de los argentinos y que ese sea el debate prioritario en cada sesión”.
El malestar de la bancada “pichettista” con Menem, que este jueves llegó a su punto más álgido, se remonta a un acuerdo incumplido por el cual el titular de la Cámara se habría comprometido a otorgarles un lugar en la Comisión Bicameral de Inteligencia, que sigue sin conformarse al igual que el resto de las bicamerales, algo que los diputados de todo el arco opositor ven con preocupación.
Por qué cayó la sesión
El clima empezó a caldearse en Labor Parlamentaria, donde no hubo acuerdo en torno a qué hacer con el escándalo del traslado de seis diputados de La Libertad Avanza al penal de Ezeiza para entrevistarse con represores de la última dictadura. Menem llevó a la reunión de jefes de bloque un documento que expresaba “preocupación” por el hecho y una “exhortación” a los diputados a respetar el principio de “Memoria, Verdad y Justicia”. Pero no prosperó.
La UCR, al mando de Rodrigo De Loredo, iba dispuesta a acompañar la declaración, pero en términos más duros y menos “lavados”. Complementariamente, el bloque se encaminaba a presentar una cuestión de privilegio contra los libertarios que fueron al penal. Esa ofensiva, que tampoco llegó a ejecutarse, estaba a cargo del bonaerense Pablo Juliano, quien proponía trasladar la discusión a la Comisión de Asuntos Constitucionales. En el bloque de Pichetto, la oferta de Menem tampoco convencía y, en medio de la discusión, la diputada del PRO Silvia Lospennato ofreció canalizar la discusión en la comisión que preside, la de Peticiones, Poderes y Reglamento.
El problema no se resolvió y el oficialismo lo pospuso casi para el final de la sesión, lo que alteró aún más los ánimos. “El Plan de Labor es un escándalo, porque han postergado el debate para repudiar a los diputados de La Libertad Avanza que fueron a visitar a los genocidas a Ezeiza. Un debate que es fundamental que sea al comienzo. ¡Queremos una comisión investigadora para saber si detrás está el plan de impunidad de este Gobierno!”, bramó Nicolás Del Caño, del Frente de Izquierda.
El escándalo sumó un condimento extra con una denuncia penal presentada en las últimas horas contra una de las libertarias que integró la comitiva, la mendocina Lourdes Arrieta, que recayó en el Juzgado Federal Nro. 2 de Lomas de Zamora, provincia de Buenos Aires. Arrieta, quien dijo que fue “engañada” a la cárcel pero aparece en primer plano en una foto que se filtró este martes, apareció en el recinto con un ejemplar del Nunca Más.
El bloque libertario estaba preparado para un contraataque en la sesión con discursos contra Alberto Fernández por la denuncia que presentó en su contra la exprimera dama Fabiola Yañez por violencia de género. A su vez, el propio bloque de Unión por la Patria presentó sorpresivamente un proyecto para expresar “preocupación” sobre el caso y sentenció: “En estos casos, siempre le creemos a la víctima”.
En el texto, que fue firmado por casi 40 de los 99 integrantes del bloque peronista/kirchnerista (entre ellos su jefe, Germán Martínez, y la presidenta de la Comisión de Mujeres y Diversidad, Mónica Macha), se exhorta a las autoridades competentes a “efectuar las investigaciones correspondientes a fin de esclarecer los hechos denunciados y determinar las responsabilidades pertinentes”.
Otro de los factores que contribuyó a la caída de la sesión fue la decisión de Menem de darle continuidad a sesiones especiales “interminables” en lugar de descomprimir la tensión política con sesiones ordinarias semanales. El planteo fue hecho en Labor por el presidente segundo de la Cámara, el radical Julio Cobos, y también compartido por el bloque Hacemos, que en su comunicado sostuvo que “las autoridades de la Cámara deben convocar a sesiones ordinarias e incorporar en la agenda parlamentaria proyectos que hacen a las demandas de todos los argentinos”.
Por otra parte, la sesión se había enrarecido por la falta de acuerdo para la cobertura de tres cargos vacantes en la Auditoría General de la Nación (AGN) en nombre de la Cámara de Diputados. La designación de los nuevos auditores, que los bloques dialoguistas querían concretar este miércoles, se frustró porque a último momento La Libertad Avanza reclamó un lugar propio y uno para el PRO (que postula a Jorge Triaca) y darle el tercero a Unión por la Patria, que aún no eligió a su candidato. Pero la UCR impulsa al cordobés Mario Negri con apoyo de Pichetto y (según afirman) también del kirchnerismo.
Con la sesión fallida, quedaron sin tratarse dos proyectos de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Uno de ellos era para ampliar el Registro Nacional de Datos Genéticos (actualmente acotado a delitos contra la integridad sexual) a todos los delitos. En los palcos del recinto se habían convocado las Madres del Dolor, pero se fueron con las manos vacías. El otro proyecto de seguridad consistía en la prórroga del Programa Nacional de Entrega Voluntaria de Armas de Fuego. Además, el temario también contenía convenios internacionales y la autorización para la entrada y salida de tropas militares.
Además, iba a incorporarse sobre tablas un repudio al “fraude electoral perpetrado por el Gobierno de Nicolás Maduro” en Venezuela, “efectuado mediante la difusión de resultados carentes de todo respaldo documental y en abierto contraste con las evaluaciones previas y en boca de urna”. Así lo expresaba un texto consensuado entre el oficialismo y los bloques dialoguistas y dictaminado en la Comisión de Relaciones Exteriores sin la firma de Unión por la Patria.