La líder de la Coalición Cívica (CC), Elisa Carrió, confirmó el miércoles que se sumará a la contienda para llegar a la Presidencia, lo que supone una novedad en el mapa de la ya compleja interna que deberá afrontar Juntos por el Cambio (JPC) para coronar a su candidato.
“Yo soy candidata para garantizar la unidad: no pretendo ganar, pretendo que no haya un debate a muerte que termine perjudicando las posibilidades de Juntos por el Cambio”, argumentó Carrió en declaraciones radiales.
Sus planteos se enmarcan en un escenario de crecientes tensiones, por las que incluso los integrantes de la cúpula de la coalición opositora salieron a advertir que habrá sanciones contra aquellos dirigentes que pongan en riesgo la unidad con sus aspiraciones proselitistas.
“Yo pretendo que haya una gran oferta electoral en materia presidencial y de gobernadores, y unidad para las listas de legisladores”, agregó Carrió y aclaró que su campaña tendrá un arranque tardío: “Soy candidata, pero después de mayo, porque yo no hago campaña mientras estoy trabajando. El desgaste que ha tenido Juntos por el Cambio es por haber adelantado la campaña”.
La referente de la CC, alineada con el jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, evitó opinar sobre el futuro político de Mauricio Macri, quien se mantiene como un veedor de la pelea interna, pero alimenta las especulaciones de quienes lo ven como candidato a la reelección.
“Es un problema del PRO, no nuestro. En la Coalición Cívica va a haber candidatura y la candidata voy a ser yo. El radicalismo va a tener candidatos, por ahora (Gerardo) Morales. Y el PRO va a resolver. Lo importante es que tengamos unidad en legisladores nacionales y provinciales”, manifestó.
Carrío se sumó así al ring en el que ya cruzan golpes el mandatario porteño, la presidenta del PRO, Patricia Bullrich; el presidente de la Unión Cívica Radical (UCR) y gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, y el diputado nacional Facundo Manes. Otro de los nombres que sobrevuela es el de María Eugenia Vidal.
Las mayores tensiones responden a las disputas entre Rodríguez Larreta y Bullrich, y a los correspondientes movimientos dentro del PRO para alinearse con cada uno de esos dirigentes. Pero también predominan los problemas entre macristas y radicales, y la CC padeció las consecuencias en algunos territorios.
A fines de enero, los presidentes del PRO, de la UCR, de la CC (Maximiliano Ferraro) y de Encuentro Republicano Federal (Miguel Angel Pichetto) se reunieron de urgencia ante la escalada de conflictos en varias provincias como Mendoza y Río Negro.
Resolvieron ratificar el manual de convivencia que se redactó para pacificar la interna y difundieron un comunicado para alertar: “Los dirigentes que no cumplieren con la estrategia serán sancionados y no podrán utilizar las siglas de Juntos por el Cambio en alianzas, colectoras o lemas”.