Juntos por el Cambio ratificó la unidad en el cierre de alianzas para las PASO de agosto, pero la interna no da tregua. Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta, los dos precandidatos a presidente del PRO, aceleran la campaña electoral mientras se barajan los nombres que los acompañarán en las respectivas fórmulas.
Larreta estará abocado este fin de semana largo a la región Norte. Tras visitar Catamarca, se trasladó el viernes por la noche a Salta, donde tendrá agenda este sábado. El lunes estará en Misiones y el martes en Formosa, que celebra elecciones locales el próximo 25 de junio, para apoyar al candidato de Juntos por el Cambio, Fernando Carbajal.
Por su parte, Bullrich estará en Córdoba el martes. Viene de realzar la campaña bonaerense junto a su candidato, Néstor Grindetti, en un encuentro con numerosos intendentes y una de sus flamantes incorporaciones, el diputado nacional Cristian Ritondo, que había quedado “herido” cuando “la Piba” se decidió por el intendente de Lanús para la gobernación.
Bullrich no para de sumar aliados: acordó con la senadora nacional por Neuquén Lucina Crexell, una exrepresentante del Movimiento Popular Neuquino que en 2019 se pasó a Juntos por el Cambio de la mano de Miguel Pichetto; y esta semana también sumó al médico y periodista Claudio Zin, que fue ministro de Salud de Daniel Scioli en la provincia de Buenos Aires.
En tanto, a medida que se acerca el cierre de listas, circulan distintas versiones en torno a quiénes serán los compañeros de fórmula de los precandidatos del PRO. Por ahora, la discusión está en el terreno de las especulaciones.
Bullrich busca a alguien que esté convencido de “la fuerza del cambio” y de ir a fondo con las reformas. Desde un principio, todo apuntaba a un radical del interior del país, y comenzaron a barajarse los nombres de Rodolfo Suárez, quien deja la gobernación de Mendoza, y Luis Naidenoff, senador nacional por Formosa y buen conocedor de la Cámara alta que debería presidir.
Pero también se habla de Maximiliano Abad, el joven titular de la UCR bonaerense, porque podría sumarle a Bullrich el aparato radical que le haría falta para enfrentar en la provincia a Diego Santilli, el postulante larretista.
Sin embargo, en las últimas horas también se entusiasmó con ocupar el lugar de vice Ricardo López Murphy, actual diputado nacional y aspirante a jefe de Gobierno porteño. El economista, que ya se mostró con Bullrich en algunas actividades, sacó pecho y dijo que las mediciones le “dan bárbaro”.
“Me llamaron para medirme. Me sorprendió. Di mi consentimiento y mi voluntad de hacerlo si se daba la circunstancia. Y las mediciones dan bárbaro”, se jactó en declaraciones a radio Continental, y agregó: “No está bajo mi control la fórmula presidencial. Si me fuera ofrecida, la aceptaría”.
Sin embargo, admitió que tiene “debilidades en el armado territorial”. “Yo no tengo una fuerza capaz de asegurar un control territorial de toda la República. Ese no es un tema menor. Va a haber 100.000 urnas. Hay que vigilar 100.000 urnas. No es un tema menor. Yo admito eso y voy a aceptar de la manera más plácida cualquier resolución”, reconoció.
También trascendió que la exministra de Seguridad habría sondeado al economista Carlos Melconian, expresidente del Banco Nación durante de la gestión macrista, pero el titular del PRO, Federico Angelini, salió a negarlo. “Nadie le ofreció a Melconian que sea el candidato de Bullrich”, dijo a La Nación+, y admitió que él preferiría un radical.
Del lado de Larreta no hay menos incertidumbre y sigue sonando el nombre de Gerardo Morales, titular de la UCR, quien en estos días se mantiene recluido en Jujuy en medio de las multitudinarias movilizaciones en contra de la reforma constitucional que se acaba de aprobar.
Tanto Morales como Facundo Manes mantienen, hasta ahora, sus aspiraciones presidenciales, y en la Convención Nacional del último lunes se los alentó a que lideren la oferta, pero todo está por verse.
También hay otro escenario abierto y es el de José Luis Espert. El liberal estaba dispuesto a competir contra Bullrich y Larreta, pero en los últimos días mostró más flexibilidad y dejó trascender que su lugar deberá ser fruto del “consenso” en Juntos por el Cambio, lo cual reabrió las especulaciones sobre una posible postulación en provincia de Buenos Aires.