Con la aprobación en las asambleas de los sindicatos aeronáuticos del acuerdo firmado en la madrugada del miércoles con Aerolíneas Argentinas, la empresa dio por “cerrado el conflicto con sus gremios”. Así lo informó hoy AR, en un comunicado que resalta los “importantes avances que mejorarán la productividad de la compañía y limitarán beneficios que se encontraban por fuera de los estándares de la industria”. Pese al acuerdo en la aerolínea estatal, la actividad de todas las empresas podría verse afectada este fin de semana si los controladores aéreos mantienen un plan de lucha que se extenderá por seis días.
El cierre de este capítulo conflictivo entre Aerolíneas Argentinas y sus empleados fue también valorado por los sindicatos, quienes, sin embargo, admitieron que continuarán, en otro contexto, con las discusiones para recomponer los salarios. Los representantes de la empresa, al iniciar la ronda de negociaciones el viernes pasado, advirtieron que de no haber un acuerdo, se avanzaría con el Proceso Preventivo de Crisis y un consecuente posible cierre de AR. Y ayer, el presidente Javier Milei ratificó su intención de “privatizar o cerrar” la empresa.
La tregua firmada entre la aerolínea y los gremios APLA (pilotos), AAA (tripulantes) y APA (rampa y check in) se apoyó en algunas modificaciones en los convenios laborales (como pedía la empresa) y un aumento salarial del 16 por ciento. La empresa recordó que gremios APTA (mecánicos)y UPSA (personal superior), ya habían aceptado la oferta salarial propuesta.
“Se firmaron nuevas condiciones laborales que permitirán mayor movilidad y fleixibilidad en tareas y posiciones del personal que aumentará significativamente la productividad”, dijo Aerolíneas Argentinas sobre el acuerdo.
Para la empresa “estos avances permiten garantizar un periodo de estabilidad en la programación que abarcará toda la temporada de verano””.
“En términos de beneficios, por ejemplo, tanto el gremio APLA como todo el personal jerárquico y los pilotos jubilados de la empresa perderán los pasajes vacacionales confirmados en clase ejecutiva para ellos y sus familiares directos”, se informó.
“Tanto pilotos como tripulantes aceptaron reemplazar el traslado en remis por un esquema de viáticos que se implementará una vez finalizada la temporada alta de verano, e iniciarán su horario de trabajo una vez arribados a las terminales aeroportuarias y no durante su traslado, como era hasta ahora”, se agregó.
“En relación a cambios relativos a la eficiencia y productividad de la empresa, los mecánicos y el personal de rampa podrán ser movidos entre hangares y líneas de trabajo de acuerdo a la necesidad de personal, un punto históricamente conflictivo”, fue otro punto acordado, siempre según la empresa, puesto que los sindicatos no dieron detalles del acuerdo.
“El personal de check in levantó su bloqueo sobre las terminales de autoservicio y el sistema de despacho de equipaje automático, mientras que los tripulantes aceptaron que la compañía implemente un servicio de venta a bordo de productos”, dijo la aerolínea estatal.
“También incentivos orientados a aumentar las horas de vuelo de pilotos y tripulantes, quienes percibirán mejores salarios cuanto mayor sea su tiempo efectivo de operación”, fue otro punto acordado.
“En cuanto a limitaciones a la programación, el gremio de pilotos levantó una serie de restricciones que afectaban fuertemente la planificación de vuelos”, se informó.
Según la empresa, la implementación de las medidas acordadas “aumentarán entre un 3% y 5% las horas mensuales voladas por la compañía”.
Los sindicatos
“Hoy no tenemos el tema salarial solucionado, porque estábamos un 90% abajo, por lo que tenemos que seguir negociando, pero descomprimimos”, admitió Juan Pablo Brey, secretario general de Aeronavegantes, en charla con la prensa al terminar la asamblea que rubricó la firma del acta de parte del sindicato.
El dirigente gremial dijo que el acuerdo “garantiza un tiempo de paz social”, pero reconoció que no sabe “exactamente de cuánto tiempo”.
Brey dijo que ahora, “con la cabeza más fría” continuarán las discusiones sobre algunos aspectos no cerrados con la empresa.
El sindicalista dijo que pese al arreglo en Aerolíneas Argentinas, “sigue el conflicto de Intercargo” y también mencionó las medidas anunciados por los controladores aéreos.
El sindicato de los pilotos, conducido por Pabló Biró, uno de los dirigentes sindicales más enfrentado al Gobierno nacional, ratificó en su asamblea (“unos 400 pilotos”, se informó) la firma del acta pero se acordó “continuar el estado de asamblea permanente”.
El tercer sindicato en firmar el acuerdo con Aerolíneas Argentinas fue APA. El sindicato fue acusado la semana pasada por el gobierno nacional de “terrorista” por el conficto de la semana pasada en el Aeroparque Metropolitano, cuando un par de aviones en pista demoró en evacuar sus pasajeros. Ese día el gobierno anunció la desregulación del servicio de rampa o plataforma, hasta ahora prestado solo por Intercargo. También se habilitó a las fuerzas de seguridad a realizar esas tareas en caso de emergencia.
La empresa Intercargo despidió a 16 empleados afiliados a APA y el conflicto aún no fue solucionado.
En el sindicato señalan que Intercargo, cuyo nombre figura en la nómina de empresas a privatizar según la Ley Bases, “le dejará al Estado un superávit de 19 mil millones de pesos en 2024″.
“Quieren adueñarse de una actividad muy rentable para los argentinos. La quieren para los amigos”, afirman en APA.
En el sindicato niegan, contrariamente a lo que dice el gobierno, que hubiera habido una recuperación de los servicios de cabotaje durante octubre. “La cantidad de pasajeros domésticos cayó un 12,6% respecto a hace un año, más que en los 3 meses previos. La disminución fue de un 3% en JetSMART, 11% en Aerolíneas Argentinas y un sorprendente 24% en Flybondi”, dicen en APA.