Un kiosquero de 45 años fue asesinado de un disparo cuando una pareja de delincuentes armados intentó robarle en su comercio de la localidad bonaerense de Ramos Mejía, quienes luego sustrajeron un vehículo y una moto para darse a la fuga, pero finalmente fueron detenidos.
La víctima fue identificada como Roberto Sabo, de 45 años y murió casi en el acto tras recibir al menos un disparo en la cabeza.
Los vecinos llegaron a la Comisaría 2da. de Ramos Mejía, de la Subestación Oeste de La Matanza, para pedir más seguridad y justicia por el hombre muerto. Cortaron la calle y comenzaron a quemar conos policiales entre otros objetos para encender una fogata en el marco de la protesta.
Pedro Sabo, padre de Roberto, aseguró que “le arruinaron la vida” a él y a su familia y pidió que los delincuentes “no salgan más”.
“No sé qué vamos a hacer porque estamos llenos de delincuentes. Mañana voy a ir a trabajar y me van a matar a mi también”, dijo entre lágrimas al canal Todo Noticias.
“Que (el intendente Fernando) Espinoza, (Axel) Kicillof vengan a dar la cara, sinvergüenzas. Vienen a La Matanza a traer a Los Palmeras y pagar millones de pesos para el baile. Todos los días hay muertos”, agregó el hombre
Los delincuentes fueron identificados como Leonardo Daniel Suárez (29), con domicilio en Capital Federal, y una adolescente de 15 años, de quien se reserva su identidad por ser menor de edad, que reside en el barrio Ejército de los Andes, más conocido como Fuerte Apache, en Ciudadela.
Algunas personas se treparon a las columnas de la sede policial. Los agentes policiales formaron un cordón en la entrada de la comisaría, de manera preventiva, para evitar la invasión de las personas.
“Basta de Zaraza” o “Matanza zona liberada”, fueron algunos de los carteles que se leían. “Algo peor que un político corrupto es un ciudadano que los defienda”, rezaba otro cartel.
“Son personas que cometen ilícitos fuera de la zona de residencia. Las cámaras de seguridad ubicaron las avenidas por donde circularon, por lo que se estableció el circuito que realizaron y en 20 minutos se los atrapó”, aseguró a Télam una persona con acceso a la investigación.
En su poder hallaron cinco teléfonos celulares, dinero en efectivo, un revólver calibre 22 con cuatro vainas intactas y una servida.