El empresario Enrique Blaksley Señorans fue llevado a juicio y condenado a ocho años de prisión tras ser acusado de “jefe de una asociación ilícita”. Además, se condenaron a ocho imputados con penas de entre 1 año y 6 meses a 4 años de cárcel. Por su parte, los tres hermanos del principal imputado fueron absueltos.
Se lo llama popularmente el “Madoff” argentino por Bernard Lawrence Madoff, uno de los más grandes estafadores de la era moderna, inversionista bursátil y asesor de inversiones estadounidense.
Blaksley Señorans estafó a más de 300 ahorristas por unos 185 millones de pesos entre 2007 y 2016 a través de la firma Hope Founds.
Según Mariano Moyano, uno de los abogados de la querella particular, hay más víctimas en el exterior de Argentina. El letrado estima unas 800 personas, de las cuales afirma que su estudio representa a unas 400. Actualmente, se encuentra impulsando causas en el extranjero (como las Islas Vírgenes), para hallar el lugar donde fue llevado el dinero de las estafas millonarias.
Cómo fue el juicio a Enrique Blaksley Señorans
La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), fue querellante en la causa a través de los abogados Santiago Lozano y Ramiro Buján y había solicitado 12 años de prisión para el principal imputado. Por su parte, la defensa de Blaksley, que estuvo a cargo del letrado Mariano José Varela, solicitó su absolución.
Luego de más de dos años, el Tribunal Oral Federal (TOF) 4 reanudó este viernes el proceso sentenciando a 8 años de prisión al empresario.
Además, se brindó la posibilidad de dar las “últimas palabras” a 2 de los 16 imputados. En ese momento, Blaksley agradeció haber sido escuchado por el tribunal durante el debate, asumió que fue él quién tomó las decisiones de la firma y pidió que se hiciera justicia.
El “Madoff” argentino estuvo preso en el penal de Ezeiza y en marzo de 2021 el tribunal le otorgó una morigeración de la prisión preventiva en un domicilio, aunque esta medida recién se concretó en diciembre último, cuando el empresario reunió los bienes y dinero suficiente para pagar la fianza.
Para los acusadores, Blaksley encabezó una organización criminal que cometió estafas reiteradas vinculadas con la captación ilegal de dinero de ahorristas para luego cometer delitos vinculados con la evasión fiscal y el lavado de dinero. Se lo acusa por lavado de activos de origen y dos hechos de insolvencia fraudulenta, es decir, de hacer desaparecer bienes de su patrimonio o disminuir su valor para evitar el cumplimiento de obligaciones.
Según la investigación, Blaksley habría montado una estructura empresarial compleja que se destinó tanto a la defraudación de privados, como del fisco nacional. De acuerdo con la pesquisa, la asociación ilícita contó con miembros que, desde sus roles respectivos, aportaron para que se produjera el desfalco. Algunos de ellos parientes cercanos como sus hermanos o su cuñado que era el gerente administrativo de Hope Funds.
Es por este motivo que en sus “últimas palabras” Blaksley intentó mejorar la situación del resto de los acusados, al asumir haber sido el dueño de la totalidad de las acciones de Hope Funds.
