En el marco de la investigación por el crimen de Paloma y Josué en Florencio Varela, un hallazgo reciente podría resultar crucial para esclarecer lo sucedido.
Se trata de una huella de zapatilla encontrada en la espalda de Paloma, evidencia que fue incorporada al expediente por un perito y que podría ayudar a reconstruir la dinámica del ataque.
La investigación sobre la huella de zapatilla
El análisis de esta huella no solo permitirá determinar si la pisada ocurrió antes o después del fallecimiento, sino también arrojar datos sobre la posición del cuerpo y la posible secuencia de los hechos. Además, la presencia de sangre en la remera de la víctima podría aportar más información sobre lo ocurrido en los momentos finales del crimen.
Otro aspecto clave es la identificación del calzado que dejó la huella. A través de su análisis, los peritos pueden estimar la altura del agresor y el tipo de zapatilla utilizada, lo que podría ayudar a descartar o vincular sospechosos. En caso de encontrarse el calzado en cuestión, se podría cotejar con la pisada para confirmar si existe una coincidencia.
Sin embargo, un punto controvertido es el tiempo que tardó en analizarse esta evidencia. Un perito señaló que las prendas fueron conservadas, pero que no se examinaron en un plazo prudente, sin que hasta el momento se conozca la razón de la demora en su estudio.
Además de la huella, se pueden realizar otras pericias escopométricas y biológicas en la ropa de las víctimas para obtener más información sobre el crimen. Otro aspecto que se investiga es si el lugar donde se hallaron los cuerpos fue realmente la escena primaria del crimen o si fueron trasladados allí después de su muerte.
Los investigadores también manejan la hipótesis de que ambas víctimas habrían fallecido al mismo tiempo, lo que podría aportar más claridad sobre la mecánica del hecho. Mientras tanto, la pericia de la huella de zapatilla se perfila como una pieza clave en la reconstrucción del crimen y en la identificación del posible agresor.
