José Eduardo Figueroa, el presunto femicida de Mercedes Kvedaras, le había dado una escalofriante advertencia a una persona de su círculo íntimo unas horas antes de que la mujer apareciera muerta en un barrio privado de Salta donde ambos convivían.
“No puedo más con esto”, fue el mensaje que le mandó Figueroa a su amigo durante la mañana del crimen de Mercedes. El hombre, quien ya esperaba una reacción violenta de su amigo, fue a la casa de la pareja antes del mediodía, pero ya era tarde.
Ambos estaban dentro de un auto. El hombre fue encontrado con heridas cortantes en el cuerpo, debido a que habría intentado quitarse la vida después de cometer el femicidio. Fuentes de la investigación creen que la víctima habría muerto por asfixia.
Para ese entonces la familia de la mujer ya la estaba buscando porque no respondía ni las llamadas ni los mensajes. Sus familiares indicaron que ella “tenía miedo” y aseguraron que la relación entre ambos no era buena.
La hipótesis del femicidio de Salta
La hipótesis que maneja la investigación por estos momentos es que el femicidio de Mercedes se produjo en la casa en la que ambos vivía en el barrio El Timbal. La pareja habría discutido y él la habría asesinado.
Luego, Figueroa la subió a uno de los vehículos con la aparente intención de esconder su cadáver y la llevó hasta una propiedad de otro familiar que está dentro del mismo barrio privado. Ahí habría puesto en marcha la última parte del plan.
Los investigadores creen que el principal sospechoso se provocó heridas con el supuesto objetivo de quitarse la vida, aunque no descartan que se las haya realizado para entorpecer la investigación. Lo que sí está confirmado es que la sangre que había dentro del auto era del presunto femicida.