Mientras aguardan por conocer el futuro de los ocho rugbiers, la mamá de Fernando Báez Sosa hizo un desesperado pedido ante la pasividad de las autoridades y en medio de la incógnita sobre cómo será el futuro de los jóvenes que actualmente se encuentran en la alcaldía de Melchor Romero.
Graciela Sosa apuntó contra la Justicia mientras aguardan por la definición de dónde irán los rugbiers para cumplir con el resto de la condena. Cabe recordar que Máximo Thomsen, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Ciro y Luciano Pertossi fueron condenados a prisión perpetua, mientras que Ayrton Viollaz, Blas Cinalli y Lucas Pertossi, como partícipes secundarios, fueron condenados a 15 años de prisión.
Desde entonces, los ocho se mantienen en Melchor Romero en las mismas condiciones en las que estaban hasta que se diera la sentencia del Tribunal de Dolores: separados del resto de la población carcelaria. En ese marco, la mamá del joven brutalmente asesinado pidió que se terminen con “los privilegios” que tienen en la cárcel.
“Quiero justicia para mi hijo, y la justicia es que cumplan sus condenas como le corresponde a cualquier preso común. Nosotros como padres opinamos que son presos con muchos privilegios. Están separados del resto de los presos, tienen otros cuidados que el resto”, señaló en diálogo con La 100.
Y agregó: “No más privilegios ni prioridades para los asesinos de mi hijo Fernando, que ya no tiene voz porque lo callaron para siempre”.
En ese sentido, se conoció que los rugbiers podrían tener definiciones recién en agosto sobre donde pasarán el resto de sus días de condena. Mientras tanto, se presentó la apelación tanto de Hugo Tomei como de Fernando Burlando para revisar la condena del Tribunal de Dolores.
El futuro de los rugbiers: qué cárceles podrían ser sus destinos en los próximos meses
En primer lugar, el Penal de Campana cuenta con la ventaja de lo mencionado anteriormente, pero la situación más clara es que los ocho podrían ser separados. En ese sentido, los tres que tienen condenas de 15 años podrían ir a esa Unidad, mientras que los otros cinco deberían trasladarse a un penal de máxima seguridad.
La unidad ubicada en el noroeste de la provincia de Buenos Aires en un predio donde conviven la Unidad Penitenciaria (UP) 21, 41 y la 57. A pesar de la cercanía, ninguno de los presos de una unidad puede moverse -salvo traslado oficial- de una a otra.
De acuerdo a los datos que relevan desde la Comisión por la Memoria, en “La 57″, como se la conoce en la jerga carcelaria, tiene el cupo de 576 unidades para la cantidad de presos. Sin embargo, actualmente están un 4% arriba de la población límite y se encuentran con 598 cupos.
Es decir, sería una locación más que complicada primero para albergar a los ocho detenidos juntos y, sobre todo, mantenerlos separados del resto de la población carcelaria como ocurre en Melchor Romero.
La situación de Sirrea Chica es aun más compleja. La Unidad Penal 38 que está cerca de la localidad de Olavarría, tiene una población habilitada de 384 personas, pero actualmente en ese lugar hay hospedados 927 presos haciendo que haya una sobrepoblación del 141%. Otra vez, mucho menos espacio para los beneficios actuales de los rugbiers.
En tercer lugar, se empezó a hablar de la posibilidad de que sean trasladados al Penal de General Alvear, ubicado a 240 km al oeste de la Ciudad de Buenos Aires. En esa unidad carcelaria estaban alojados los hermanos Martín y Cristian Lanatta, y Víctor Schillaci, los condenados por el triple crimen de General Rodríguez.
Cabe recordar que los tres tuvieron una increíble fuga el 27 de diciembre de 2015, donde estuvieron prófugos durante 15 días, donde realizaron robos, tiroteos y persecuciones entre la provincia de Buenos Aires y Santa Fe.
Actualmente, esta unidad que está a pocos kilómetros de la ruta provincial 61, tiene una sobrepoblación del 152% con un total de 2.657 presos en un predio que tiene lugar para 1.053 personas en total.