Nicolás Pachelo, principal acusado del homicidio de María Marta García Belsunce, había mantenido un bajo perfil e incluso se había escapado hasta corriendo de las cámaras a lo largo de 20 años, desde que sucedió el asesinato de la socióloga. Sin embargo, en las últimas semanas, decidió hablar cuánto fuera necesario para asentar su postura. Con esa premisa, abrió una cuenta de Instagram y otra de YouTube.
En esas redes, subió fotos, textos y videos hablando del expediente por el que se lo investiga. La situación no fue bien tomada por los tribunales de San Isidro: fiscales, jueces y querellantes hicieron saber su malestar, por lo que se le secuestró el teléfono. La queja formal fue del fiscal Patricio Ferrari y el presidente del Tribunal Oral Criminal N°4 de San Isidro, Federico Ecke, ordenó al Servició Penitenciario Bonaerense que se le incaute a Pachelo el celular que utiliza en la cárcel.
Pachelo aseguró que con las redes sociales estaba “ejerciendo el derecho de libertad de expresión” y que, en realidad, quien publicaba era un allegado. Aunque no le creyeron, aun sin celular, las redes del acusado siguieron funcionando.
Tal es así que este jueves apareció una historia en la que se leía de fondo la palabra “Censurado” y, por debajo, una caja de preguntas: “¿Qué quieren saber?”. Además, una de las publicaciones aclaraba: “Yo me encargo de buscar la respuesta por parte de él (por Pachelo). Tengan un poco de paciencia, nada más”.
A pesar de que se desconoce cómo quien maneja las redes logra comunicarse con Pachelo, lo cierto es que durante todo este jueves por la tarde comenzaron a publicarse las respuestas a las preguntas de los followers comenzaron a aparecer.
“¿Por qué salió ahora hablar y no lo hizo antes?”, fue una de las consultas. “Porque la fiscalía, al término de cada audiencia, da títulos que lo perjudican en los medios y quiere que se escuchen las dos campanas”, fue la respuesta en tercera persona. También le preguntaron cuál era la relación del acusado con los vigiladores y la respuesta fue contundente: “Absolutamente, ninguna”. Sin embargo, en el expediente original existen declaraciones de otros guardias de seguridad que aseguran que les daba comida (choripanes) a los guardias.
Más de 2000 preguntas a Pachelo
“Increíble que en el siglo XXI sigamos en estas. Los videos subidos no cuentan absolutamente nada que no haya pasado ya. Esto no interfiere con el transcurso normal del juicio. Sin mencionar que (Pachelo) perdió comunicación con sus familiares y representantes legales. Todo sin cometer ningún delito”, se quejó el “community manager” del acusado en un posteo.
Siguiendo con las preguntas, otra que decidió responder fue: “¿Es verdad que el hermano de Pachelo dijo que él la mató?”, en relación a la última declaración de John Hurtig, hermano de la víctima. “Habría que preguntarle al hermano de Pachelo”, respondieron.
Asimismo, le consultaron acerca del horario en que el acusado salió de Carmel aquel 27 de octubre de 2002. Si bien había declarado que él se había retirado a las 17.30, una cámara de seguridad lo tomó partiendo hacia la Ciudad de Buenos Aires a las 19, cuando María Marta ya había sido asesinada. En esta caso, la respuesta ya se tornó fastidiosa: “Les pido por favor que lean un poco sobre el caso. Chequeen bien la información de fuentes confiables. En este caso, por ejemplo, no se tiene ni los horarios exactos ni el tiempo transcurrido desde el hecho hasta el momento de la declaración”.
“Son más de 2.000 preguntas las que enviaron. Vamos a ir respondiendo de a poco todas las que podamos”, cerró la publicación.