Aterradora reconstrucción: se conocieron detalles concluyentes de la masacre de Villa Crespo

Pasó una semana y media del múltiple crimen que sigue estremeciendo al país.

Aterradora reconstrucción: se conocieron detalles concluyentes de la masacre de Villa Crespo
Aterradora reconstrucción: se conocieron detalles concluyentes de la masacre de Villa Crespo.

Ya pasó una semana y media de la masacre de Villa Crespo, en donde murió una familia entera a manos de Laura Leguizamón, quien se suicidó tras el crimen.

Con el correr de los días la investigación fue aclarando lo ocurrido en el departamento del barrio porteño, en donde hubo un verdadero baño de sangre. Según el peritaje había sangre en todos los ambientes de la casa: habitaciones, baño, pasillos, living comedor, paredes y en todo el piso.

El padre de la familia, Adrián Seltzer, fue hallado en su cama; el mayor de los hijos, Ian, en el comedor; y el menor, Ivo, en su habitación. Laura, la madre y autora de los crímenes, yacía en el baño. Pero no se había suicidado allí: todo indica que se mató en la habitación, desde donde se arrastró hasta el sanitario.

La carta encontrada y que fue clave en la investigación estaba en la mesa de la cocina.

Los crímenes, uno por uno

La reconstrucción del hecho indica que el primero en ser atacado fue su marido. Tenía una herida punzocortante en la parte superior derecha del tórax, otra herida cortante en el mismo nivel pero del lado izquierdo y una tercera lesión. Como no hay signos de defensa se estableció que estaba dormido cuando fue asesinado. Tenía los pies limpios y su calzado también lo estaba, es decir: nunca se movió de la cama.

El peritaje determinó que los tres asesinatos se dieron en continuado, uno tras otro, sin dejar pasar mucho tiempo. El segundo en ser atacado fue su hijo mayor, Ian. Lo hirió en la habitación -se encontraron manchas de sangre allí- y este intentó escapar. En el comedor fue alcanzado y rematado por su madre. Tenía dos heridas punzocortantes en la espalda, una en el pecho y cortes defensivos en manos y muñecas. Fue este el cuerpo con el que se topó la empleada al llegar.

La tercera víctima fue Ivo, de 12 años. El chico estaba durmiendo en la parte superior de una cama cucheta cuando fue atacado. Recibió al menos cinco heridas punzocortantes en la espalda, una en la nuca y una en la cara. A diferencia de su padre, se despertó e intentó defenderse, por eso las lesiones en los antebrazos y en las manos. Fue errónea la versión acerca de que había salido a la sala: estaba en su habitación y los peritos creen que pudo caer desde lo alto de la cama al piso.

La carta y el suicidio de Laura Leguizamón

Tras atacar a los tres varones, la mujer habría escrito la carta y luego fue a la habitación donde se autoinflingió las heridas en el pecho. En su lado de la cama fue hallado un charco de sangre. También los cuchillos que usó estaban en ese ambiente.

Desde allí se arrastró hasta el baño, donde murió. Tenía las manos sucias con pelusas del piso. En cuanto a las heridas que tenía eran múltiples: todas en el pecho, directamente al corazón y muy cercanas entre sí, como suele suceder en los suicidios de este tipo.

La marca de uña que Leguizamón tenía en el cuello sería de uno de sus hijos en pleno acto de defensa. No presentaba heridas en la espalda ni lesiones defensivas.

Las características del ataque, principalmente la violencia, el ensañamiento y las incoherencias de la carta, dieron lugar a la hipótesis de un “episodio psicótico”. Cabe mencionar que en el departamento se hallaron medicamentos psiquiátricos indicados para trastornos de personalidad y cuadros psicóticos.