En la conversación con Canal 9 Litoral, realizada en la Unidad Penal 6 de Concepción Arenal, Galarza no negó el homicidio, aunque cuestionó la agravante por el vínculo que determinó su condena. También desmintió haber tenido una relación de pareja con Pastorizzo.
“Fernando era uno de los chicos con los que salía, no tenía una relación estable ni pública con él”, afirmó. Además, volvió a sostener que sufría violencia de género.
Críticas al proceso judicial
Galarza apuntó contra su primer abogado, el testimonio de los testigos y el rol de los peritos. También atribuyó su condena a la repercusión mediática del caso. “Había mucho morbo. En esta cárcel hay chicas condenadas por homicidio agravado por el vínculo con penas de 14, 15 o 16 años. ¿Por qué a mí, con una causa similar, me dieron perpetua y además me condenaron mediáticamente?”, cuestionó.
El crimen ocurrió cuando ella tenía 19 años. Hoy, con 25, asegura que ha cambiado: “Cuando entré era muy cerrada, no expresaba lo que sentía. Hoy soy todo lo contrario”.

Su mensaje a los padres de Pastorizzo
Sobre la familia de la víctima, contó que en su momento intentó acercarse, pero que los padres de Fernando rechazaron cualquier contacto. “Es comprensible que no quisieran saber nada conmigo. Solo puedo pedirles perdón desde lo más sincero de mi corazón”, expresó.
Su vida en prisión y su libro
Actualmente, Galarza estudia idiomas y cursa la carrera de Psicología Social a distancia. También trabaja en el taller de costura del penal, donde se encarga de los bordados del servicio penitenciario.
“Aquí solo me visitan mis padres, no pueden venir mis amigos. La única contención que tenemos es la que nos dan desde afuera”, lamentó. También sostuvo que no recibe el mismo trato que otras internas: “Nunca tuve el beneficio de la duda, siempre fui la asesina del novio que la quiso dejar”.
Durante la entrevista, presentó su libro “Exilio”, escrito junto a Vanesa Doglioli. En la obra, intercala episodios de su vida con poesías de su autoría, aunque sin mencionar el crimen.
Por último, reflexionó sobre sus años en prisión: “Hubo un momento en que me quitó las ganas de vivir, pero también me dejó aprendizaje. Me ayudó a encontrarme a mí misma y a sentirme libre de expresar lo que siento”.
El 2 de julio de 2024, la Corte Suprema rechazó su último recurso, dejando firme la condena a prisión perpetua. Podrá solicitar la libertad condicional en 2052, cuando tenga 54 años.