En declaraciones a LT10 Santa Fe el rector de la UNL dijo que: “Estaba esperanzado en que hubiera cierta cordura para escuchar el reclamo que teníamos, que incluso está legitimado en los considerandos del veto. Allí se reconoce un atraso del 40 o 45% en los salarios básicos de docentes y no docentes, y los atrasos en el funcionamiento. Sin embargo, se hace uso de una discrecionalidad que responde al problema de base: no tener una ley de presupuesto nacional”, señaló Mammarella.
El rector advirtió que, según la postura del Poder Ejecutivo, el veto se fundamenta en “importantes deficiencias en el financiamiento previsto para afrontar los gastos que genera su aplicación”.
“Si no hay ley de presupuesto nacional el año que viene, las universidades no podremos funcionar. Esto implica una situación grave y pareciera haber una intencionalidad de destruir el sistema de educación superior argentino, como ya ocurre con la ciencia”, expresó.
Finalmente, Mammarella llamó a reflexionar: “Hay que pensar qué país queremos dejar para nuestros hijos y nietos. Si estamos todos del mismo lado, no tendríamos problemas en rechazar el veto”.