Bajo la dirección del argentino Nicolás Casalánguida, los Diablos demostraron su fortaleza en los playoffs. En la primera ronda, eliminaron a los Dorados de Chihuahua con una sólida serie 3-1. Luego enfrentaron a los Soles de Mexicali, un equipo con cinco títulos en su palmarés, y avanzaron a la final tras una emocionante serie que concluyó 4-2. En la gran final, Los Diablos iniciaron con fuerza al ganar los dos primeros partidos en casa, antes de asegurar el campeonato en Xalapa.
En el partido decisivo, Santiago Scala lideró a los Diablos con 17 puntos, acompañado por Michael Carrera con 14 y Avry Holmes con 13. Por su parte, los Halcones de Xalapa contaron con una destacada actuación de Jordan Glynn, quien registró 17 puntos, mientras Alexis Elsener aportó 9 puntos en 17 minutos en la cancha. Además, “Chuzito” González fue clave para los campeones, sumando 5 puntos, 3 rebotes y 2 asistencias en 15 minutos de juego.
El éxito de los Diablos Rojos tuvo un fuerte sello argentino. Además de Casalánguida, el cuerpo técnico incluyó a Elian Villafañe como asistente y a Ezequiel Lavayen como preparador físico, consolidando un logro con una marcada influencia albiceleste.