El ministro de Seguridad de la Provincia Néstor Roncaglia se refirió al suceso de la semana pasada en donde Ariel Goyeneche murió en su traslado a una comisaría de Paraná por causas que investiga la Justicia entrerriana. El funcionario negó las acusaciones de la familia del joven respecto a una presunta “tortura” y “violencia institucional”, en donde remarcó que “se está siendo totalmente transparente” en el esclarecimiento del hecho.
Roncaglia señaló que el hombre de 38 años “nunca fue agresivo con la Policía, entonces la policía no tiene por qué pegarle o ser agresiva, por eso me duele que digan que la Policía lo torturó”. En tal sentido, explicó que los efectivos presentes, un cabo de 25 años y un sargento de 35 “lo que quisieron hacer fue darle contención para trasladarlo a un centro de salud mental”.
“La palabra tortura es muy fuerte, tiene mucha connotación. No fue así. Entiendo el dolor de la familia y la acompañamos, pero se está siendo totalmente transparente”, resaltó, al tiempo que reveló que a los uniformados involucrados se les realizó un dosaje de sangre y orina con la finalidad de descartar la existencia de sustancias o alcohol.
“Hay un resultado de estas características el Juez, por razones de imparcialidad, convoca a otra fuerza para que haga todas las pericias”, remarcó Roncaglia y comentó que personalmente habló con los efectivos para “percibir de primera mano qué había ocurrido”.
El ministro indicó que los policías “están muy dolidos, apesumbrados. No querían que pase esto. De hecho, al hermano de uno de ellos le pasó lo mismo hace un tiempo. También sus hijos los interrogan sobre lo que ocurrió”. En sintonía, añadió que “no son asesinos ni torturadores” y que “tuvieron un resultado fatal que no buscaron”.
“Si hay un exceso en la función lo dirá la Justicia, yo no”, subrayó. A renglón seguido, sostuvo que Goyeneche “no era un delincuente” y consideró que al joven se lo debía “tratar y cuidar”.