Domingo Liotta, el cirujano entrerriano que creó el primer corazón artificial

El 5 de abril de 1969 se realizó el primer implante en Estados Unidos.

Liotta
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El cirujano Domingo Liotta, oriundo de Diamante, implantó por primera vez un corazón artificial hace 50 años en un hospital de Texas, Estados Unidos, y hoy, a los 94 años, recuerda esa experiencia como "la culminación de un trabajo hecho con perseverancia".

"Es un lindo recuerdo. Fue la culminación de un trabajo hecho con continuidad y perseverancia", dijo a Télam Domingo Liotta, quien a pesar de ser el protagonista de uno de los avances más importantes de la medicina, se expresó con humildad y sin grandilocuencias.

Nacido en Diamante, el 29 de noviembre de 1924, Liotta estudió la secundaria en el Colegio Superior de Concepción del Uruguay y a los 16 años decidió que se dedicaría a la medicina, carrera que cursó en la Universidad Nacional de Córdoba.

En 1959, 10 años antes de la histórica cirugía en Houston, Texas, Liotta cursó un postgrado en Lyon, ciudad del sur de Francia, y allí tuvo, por primera vez, la idea de crear un corazón artificial: su padre había muerto por una enfermedad cardíaca.

Al año siguiente volvió a Córdoba con un proyecto en mente: crear un "puente para el trasplante", es decir un corazón artificial que permitiera mantener a los pacientes con vida mientras llegaba el donante. Con esa idea, salvó miles de vidas.

"La vida humana es lo más importante", dijo hoy el médico, y agregó que "para la medicina, lo más importante es la defensa de esa vida".

Ya en la provincia de Córdoba, Liotta conoció a Tomás Taliani, un italiano experto en microelectrónica de aviones con quien desarrolló los primeros prototipos de corazón artificial.

El médico probó esos prototipos en perros adultos callejeros y los resultados fueron alentadores: los animales vivieron hasta 13 horas con el corazón artificial. Estas pruebas exitosas le valieron a Liotta una invitación a investigar en la Universidad Baylor de Texas, Estados Unidos.

A mediados de la década de 1960, Liotta y su compañero estadounidense Denton Cooley lograron otro avance: la asistencia cardíaca artificial durante una operación.

Finalmente, el 5 de abril de 1969, debieron operar a Haskell Karp, quien a los 47 años tenía una patología que había aumentado el tamaño de su corazón y le había ocasionado varios infartos.

Los médicos intentaron desfibrilar el corazón de Karp pero no fue posible, "su corazón latía de forma desordenada", comentó Liotta.

Como no había donante, los médicos le propusieron a la familia Karp implantar un corazón artificial al paciente. Dos horas después de la intervención, Karp recobró la conciencia, le quitaron el respirador y pudo hablar con su esposa.

"Deme la mano", ordenó Liotta a su paciente, y Karp lo hizo; "ahora, apriete", y el paciente obedeció: su sistema nervioso funcionaba bien.

Tres días después, llegó a Texas el corazón de una mujer que se había accidentado "en la otra punta del país" y se hizo el trasplante, contó el cirujano.

Aquel día de 1969, Liotta y su compañero no tenían certezas sobre las consecuencias de su decisión, pero "más riesgo que la muerte no existe", afirmó el médico.

En 1973, el cirujano estaba de vuelta en Argentina y fue convocado por Juan Domingo Perón para formar parte del equipo de médicos presidenciales. Además, fue el autor de la ley 20.748, que creó el Sistema Nacional de Salud Pública.

Hoy, a sus 94 años, Liotta es profesor de Anatomía Clínica en la Universidad de Morón, sus alumnos cursan el primer año de la carrera.

"Es una gran responsabilidad porque todavía no están del todo seguros de querer dedicarse a la medicina y no tienen decidido qué especialidad seguir", comentó Liotta, y agregó: "Hay que cuidar a esos estudiantes, darle un impulso humanista y a la vez inculcarle disciplina".

Todas las mañanas, el médico trabaja en la Universidad, donde es vicerrector emérito, y todas las tardes hace al menos una hora de "ejercicio respiratorio" en su bicicleta fija.