Según datos del Levantamiento de Índices Rápidos de Aedes Aegypti (Liraa), de los análisis de las muestras reunidas en 1.373 residencias y 99 terrenos baldíos de la ciudad de Oberá, se determinó un alto riesgo de brote de dengue en la localidad.
Desde la Dirección de Saneamiento Ambiental de la Municipalidad, precisaron que en el mismo período del 2020, dicho índice no alcanzó los 3 puntos, pero este año superó los 10 dígitos.
El estudio se llevó adelante el mes pasado, con el objetivo de conocer la cantidad de larvas del mosquito que transmite el dengue. Las autoridades subrayaron la necesidad de tomar los recaudos del caso y eliminar los reservorios para evitar un brote de la enfermedad.
La bióloga Alejandra Araki, del departamento de Zoonosis y Control de Vectores de la comuna, remarcó que “no tenemos circulación ni tampoco en municipios cercanos, eso nos da tranquilidad, pero no hay que dormirse. Hay que estar activos y evitar que el índice quede en este nivel, porque es muy alto”.
Araki subrayó que el Liraa determino “la existencia de muchos recipientes con larvas en la ciudad. Es decir que faltan muchos cuidados y por eso rogamos que una vez por semana hagan la limpieza necesaria en sus propiedades”.
Por su parte, Francisco Penz, veterinario del municipio, hizo hincapié en “volver a recordar a los vecinos que tienen que eliminar criaderos para evitar un brote de la enfermedad. Ver potenciales criaderos, recipientes donde puede quedar agua cuando llueve. Aprovechemos que no hay circulación y trabajemos para reducir la población de mosquitos”.
Remarcó que hay que “tener en cuenta que muchas personas ya se enfermaron de dengue, por lo que si se enferman con un serotipo diferente puede ser mortal”.
En la presentación del informe técnico, el intendente Carlos Fernández anunció la construcción de un laboratorio para el departamento de zoonosis y control de vectores de Oberá.
Señaló además que se detectó en la ciudad la presencia del mosquito transmisor de la fiebre amarilla, el aedes albopictus, de movimientos más selváticos.
“Sabemos que se ha detectado en la ciudad un nuevo mosquito que transmite la fiebre amarilla, lo hemos detectado en la zona urbana. Lo encontramos en nuestro cementerio donde nos vimos obligados a hacer una limpieza general tumba por tumba” indicó el jefe comunal.
Misiones tuvo su último brote en 2019/2020. Según los registros oficiales, en Misiones hubo 10.083 casos, la mayor parte del serotipo DEN-1.
No se descarta que haya podido existir un subregistro de infectados. Por ello, durante todo el año se realizaron tareas de prevención, sensibilización y descacharrado para evitar una situación similar.
Fuente: El territorio