La pandemia por el coronavirus se llevó a otro emprendimiento hotelero de Oberá: se trata de Cabañas de Oberá, que cerrará sus puertas a fin de julio. Lo confirmó uno de los propietarios y responsable de la administración, Nicolás Ostrorog. Hizo un arreglo con los empleados y a fines de este mes de julio cerrará sus puertas. La deuda acumulada de los últimos meses llevó a una situación insostenible y salvo que aparezcan créditos o subsidios reales, la decisión es irreversible.
"El nivel de complejidad y haber parado tanto tiempo, hace que por los costos fijos sea imposible reabrir. Hay atraso de sueldo a empleados, proveedores. Cheques bien programados en su momento que rebotaron. La apertura está totalmente comprometida. No tengo forma de abrir. Si no sale un crédito o subsidios, de tantos que se anuncian, pero que se concreten, porque del anuncio a que se concrete hay un abismo. Piden cuestiones que no son sencillas de cumplimentar, por más buena predisposición, no puedo asumir la responsabilidad, sería irresponsable", explicó Ostrorog en Meridiano 55.
El reconocido hotel estaba en proceso de recuperación cuando se inició la pendemia. "Hasta fines de julio estaba en pausa, pero ahora decidí cerrar. Ya hablé con los empleados, llegamos a un acuerdo razonable y de acuerdo a mis posibilidades. Ya están buscando trabajo, los recomiendo, son excelentes personas. Ellos entendieron la situación", manifestó.
El empresario apuntó contra el protocolo elaborado por las autoridades sanitarias para el funcionamiento de los estableciemintos. "El costo del protocolo, cumplirlo, hacen inviable el negocio. Mucho esfuerzo, bajar precios en la carta, alojamiento y poca ocupación, hacen un combo muy complicado. Abrir sería una aventura financiera, ni abriendo en su mínima expresión, hice todo tipo de proyección y no cierran los números. Sería irresponsable seguir acrecentando deudas", confesó.