Este viernes, se realizó una reunión entre los presidentes de las diferentes colectividades, el presidente de la Federación de Colectividades, Juan Hultgren, y el jefe comunal de Oberá, Carlos Fernández, para resolver que sucedería con la edición 2020 de la Fiesta Nacional del Inmigrante en el contexto de pandemia. Por el momento se decidieron comenzar a desarrollar los protocolos de bioseguridad de cada colectividad.
Si el Municipio y Provincia aprueban la 41° edición de la Fiesta Nacional del Inmigrante, se llevaría a cabo los próximos 12, 13, 14 y 15 de noviembre. "Avanzaremos en la proyección y todo indica que la fiesta podría salir en noviembre. De todas maneras, todo puede cambiar", adelantó Fernández durante la reunión. "Si hay que reprogramar lo haremos con entusiasmo. No importa si presentan un solo plazo. Tenemos la posibilidad de hacer una fiesta diferente", agregó el jefe comunal.
Las casas de Japón, España, Francia, Países Nórdicos, Rusia, Brasil, República Checa y Portugal sugirieron llevar adelante la planificación de la fiesta, siempre respetando las condiciones de bioseguridad correspondientes. Mientras que las colectividades de Ucrania, Arabia, Suiza, Polonia, Alemania, Italia y Centro Cultural Argentino, también se unieron la decisión pero presentaron sus preocupaciones por las complicaciones económicas que traería la organización de una fiesta reducida.
De realizarse el evento, ya se delinearon medidas generales que se incluirán, como no realizar la elección reina de este año y que en caso de concretarse la posibilidad de recitales y conciertos, la grilla estará compuesta exclusivamente por artistas locales y provinciales. Además, cada casa deberá respetar un protocolo exclusivo y la cantidad de comensales también se verá reducida de acuerdo al espacio con que cuenta cada casa.