Ignacio Martín, o Nacho como le gusta que lo llamen, hizo un dibujo que se convirtió en el Avatar del Comité de Pediatría de la Sociedad Argentina de Diabetes (SAD). El neuquino tiene 9 años, vive en Polittier y su vida cambió de un día para otro cuando le diagnosticaron diabetes tipo 1 en 2020.
Nacho jugaba al fútbol, iba a la escuela, andaba en bicicleta, jugaba con sus amigos normalmente, pero un día tenía mucha sed y comía con desesperación. Además, empezó a hacerse pis encima y su familia lo veía cada vez más flaco y pálido.
El niño tenía los síntomas de una diabetes infantil, pero sus padres no tenían idea de lo que era. “Al principio no se duerme”, dijo la mamá en diálogo con LMNeuquén. Desde ese momento, empezaron a controlar la glucosa en sangre cada tres horas.
Desde que al pequeño le diagnosticaron la enfermedad, la familia aprendió a sobrellevar su condición y a tener una alimentación diferente para que el estilo de vida sea más ameno. Nacho debe pincharse todos los días alrededor de nueve veces para tener la insulina que no segrega más su páncreas.
Cada vez que come algo recibe un pinchazo en sus dedos, piernas o brazos. De todas formas, este pequeño tiene una fortaleza inmensa que lo caracteriza y es un ejemplo para todos sus seres queridos.
La palabra de Nacho, el pequeño guerrero de Neuquén
En diálogo con el medio local, Nacho expresó que lo que tiene “no es una enfermedad, es una condición” porque no le impide hacer nada. “Puedo comer, ir a la escuela, jugar al fútbol, correr, saltar y andar en bici. No hay que tener miedo. Es lo mismo que caerte en bicicleta, levantarse y seguir”, manifestó.
Por otro lado, Florencia Grabois, la pediatra y especialista en diabetes infantil del Hospital Castro Rendón aseguró que Nacho es “muy resiliente”. Para ella “todo lo que recibe lo transforma en algo positivo”.
Cada vez que Nacho incorporaba algo nuevo lo expresaba en dibujos de papel o murales. “Podía representar obras muy lindas vinculadas a su diabetes, a la hiper e hipoglucemia, que luego pudimos compartir con otras pacientes, en el consultorio y a través de las redes. Esto generó un círculo virtuoso -y terapéutico- en el que Nacho era como un artista que hacía puente con otros niños y la diabetes tipo 1″, contó la profesional.
El avatar que representa a un niño con diabetes
Hace unos meses, la Sociedad Argentina de Diabetes lanzó un concurso para hacer un avatar que represente a un niño con diabetes. Grabois le propuso a Nacho y él dijo que si rápidamente. Así surgió el cuadro que ganó el premio y ahora se muestra en la sala de espera de la Casa de Especialidades Pediátricas del Hospital Castro Rendón.
Nacho contó que primero se imaginó que el avatar podía ser un dragón. “Representa a mi mamá, a mi papá y a mi hermanito que me ayudan muchísimo. Y yo soy el niño, el avatar. En una mano tengo una lapicera que parece una espada y el círculo azul es un escudo, el símbolo de la diabetes (en todo el mundo). Juntos, niño y dragón, ayudan a mantener el orden y a otros niños”, contó el pequeño.
Los colores del dragón son: amarillo (representa la alegría), el rojo (por la sangre), el gris y el negro (reflejan los miedos), el verde (significa bienestar) el rosa (haciendo referencia al amor) y el azul (simboliza la diabetes).
El neuquino recibió un premio por este dibujo,. También, le dieron de regalo un reloj que marca el oxígeno en sangre y otros indicadores, como por ejemplo el estrés. Y un detalle no menor es que puede enviar mensajes a los celulares de sus padres cuando tiene la glucemia muy alta o baja. En conclusión, es un reloj que ayuda a controlar su diabetes.