Una de las obras que más polémica y de mayor relevancia que se viene realizando en la capital neuquina tiene que ver con la implementación del Metrobús, que todavía no fue inaugurado pero ya genera controversia.
El problema no es solo para la educación de los autos particulares para que no se metan en los carriles exclusivos, si no para los peatones que deberán extremar sus cuidados para cruzar la calle. A eso se refirió el perito en accidentología vial, Eduardo Prueger.
“El diseño del Metrobús no tuvo en cuenta a los peatones: se trasladó una idea pensada para la Avenida 9 de Julio, de la Capital Federal, pero acá pasa por barrios del oeste, donde lo usual es que la gente cruce sin mirar”, afirmó.
"Los peatones son los que correrán mayor peligro, porque no se previeron demasiados cruces para unir las márgenes sur y norte. También está el tema del guardarrail y las divisiones para los vehículos, que no permiten el paso peatonal”, agregó.
Luego, Prueger profundizó en su idea. "Esta obra va a traer muchas complicaciones; los autos van a ir mucho más rápido por la avenida con la onda verde y el peatón tiende a cruzar por cualquier lado, por eso podemos tener un problema similar al de la Ruta 22", indicó.
Para finalizar, Facundo Churrarín, director municipal de Tránsito, se mostró en la misma sintonía. "El desafío más grande son los peatones, pero el problema es lograr un cambio cultural. La gente está acostumbrada a manejarse como le da la gana. Entre un cruce peatonal y otro hay de 200 a 300 metros, así que los vecinos van a tener que caminar 150 metros para cruzar y otros 150 de vuelta para ir enfrente de su casa", sentenció en declaraciones a LM Neuquén.