El bullying es moneda corriente en las escuelas de Mendoza y luego de las declaraciones de la pequeña de Tupungato algunos recordaron momentos de acoso en sus escuelas. El punto común de la gran mayoría de los relatos es que las autoridades escolares no se responsabilizaban.
Es acoso escolar existe desde el comienzo de la educación en Argentina y la provincia. Con el paso de los años se fue dejando de normalizar que este tipo de violencia no era buena para los y las estudiantes de las escuelas.
Poco a poco comenzaron a desatarse las campañas de prevención, concientización y acción para los escolares. En la provincia, a pesar de que existe un programa propuesto por la DGE denominado “Mendoza Libre de Bullying”, algunas autoridades, según los testimonios, lo no adoptan.
Tomando como punto de partida el caso de Agustina, la pequeña de Tupungato que se mediatizó en los últimos días por sufrir bullying en las escuelas varios mendocinos recordaron sus días de bullying en las escuelas.
“Me acuerdo que mis compañeros me escupían, me tiraban el pelo y me decían gordo siempre. Eran un grupito de tres. Mi mamá siempre me decía que le dijera a la maestra, incluso ella habló con la docente más de una vez, pero ella decía que no los veía hacer nada malo”, dijo Marcos Díaz a Vía Mendoza.
Entre los testimonios se encuentra el de un joven que ingresó a la secundaria durante el 2022 y que durante toda su primaria en su anterior colegio fue agredido verbalmente.
“Siempre me decían negro o chocolate. A mis hermanos también se lo decían en la escuela y sabíamos que eso no estaba bien y menos en los contextos en los que usaban la palabra”, comentó Jerónimo Lucero.
El joven afirma haberle informado más de una vez a la docente la manera en la que se referían sus compañeros a él. “Mis hermanas, mi papá y mi mamá fueron hablar con ella porque habían compañeros que no sabían mi nombre por decirme así, pero ella nunca los detuvo”, añadió.
Del otro lado, se encuentran quienes eran agresores y en la actualidad se encuentran arrepentidos de haber hecho tanto mal. “Yo siempre molestaba a mis compañeras, una vez mordí a una intencionalmente y la obligue a que levantara mi basura del piso”, dijo Belén Lucero en un sondeo realizados por las redes sociales.
“Pienso que esto no tiene nada que ver con la crianza que te dan en tu casa. A mi hermano y a mí nos criaron igual y el fue agredido en su curso y yo la agresora en el mío. A pesar de que recuerdo que en ese momento me divertía también recuerdo lo mal que la pasó mi hermano y me arrepiento que haber agredido a aquellas niñas”, continuó.
“Hay algo que siempre me llamó la atención. Me pasé toda la primaria siendo una agresora con mis compañeros y haciendo maldades incluso frente a las maestras y ellas jamás me retaron. En ese momento era muy buena alumna, creo que ese era motivo suficiente para ellas como para no retarme”, concluyó.
“Mendoza Libre de Bullying”
El documento fue oficializado en el 2017 y desde entonces no tuvo ninguna actualización o modificación según la información que está publicada en la página oficial de la Dirección General de Escuelas.
El documento está dividido en varias secciones que se trabajaron con anterioridad en una jornada con docentes de la provincia. El mismo cuenta con material de orientación para padres, docentes y alumnos.
Si bien los “pasos a seguir” que debe tener un docente están explícitos en el documento, el accionar de varios educadores de la provincia, según los testimonios, es diferente al que desde el Gobierno Provincial piden.
Por otro lado, el documento necesita una actualización para tratar sobre problemáticas de bullying en las escuelas que se despliegan en diferentes plataformas digitales. El apartado respecto a esto está solo dirigido a los estudiantes.