La ilusión que llevó a Florencia Romano (14) a caer en las garras de Pablo Arancibia se desvaneció en un instante y ese mundo ideal se transformó en un calvario que terminó de la peor manera.
La joven fue golpeada brutalmente, Arancibia le fracturó el tabique y el cráneo, intentó abusarla y para rematarla, la degolló.
Ese infierno que el carnicero de 33 años y acosador empedernido de menores le hizo vivir a la adolescente, es lo mismo que le están prometiendo los presos del penal.
Arancibia está imputado por el femicidio de la joven al igual que Micaela Méndez (27), su pareja. Ambos están detenidos pero los reclusos le apuntaron directamente a él y le adelantaron al acosador lo que le puede llegar a pasar.
Una de las amenazas que se viralizó en Facebook, la replicó un grupo del barrio Escorihuela, lugar donde vivía la menor asesinada.
“Ya venís en camino al infierno nuestro. Te esperamos en la cárcel los pibes del barrio Escorihuela”, reza la publicación.
Pero no terminó ahí. “Malparido, vamos a agravar tu infierno, tus gritos, hasta que te mueras. Te violaste a la amiga de mi hija”, fue la promesa que le hicieron.