El hombre que atropelló y mató a Gonzalo Sánchez, el joven mendocino de 19 años con autismo, fue imputado por homicidio culposo. Se trata de un miliar retirado que, según testigos del hecho, circulaba a gran velocidad cuando impactó con su auto contra la víctima.
El hecho tuvo lugar el viernes 24 de diciembre y luego de analizar las pruebas, el fiscal de Tránsito Fernando Giunta imputó a Sergio Fernández Quiroz (54) con una fianza, por lo que se estima que podría recuperar la libertad en las próximas horas.
Al hombre le realizaron la prueba de alcoholemia y arrojó resultado negativo. Sin embargo, los testigos del hecho, familiares y vecinos de una tía de Sánchez, señalaron que Fernández Quiroz conducía a gran velocidad por la intersección de Laprida y Olascoaga.
El accidente que acabó con la vida de Gonzalo Sánchez
Gonzalo Sánchez tenía 19 años y un diagnóstico de síndrome de Aspeger y autismo. Según el relato de su tía, el conductor del Citroën C4 iba a una velocidad mayor a la permitida.
El joven se habría desorientado cuando se bajó del auto de su madre, para dirigirse al domicilio de un tía en Ciudad donde celebrarían en familia la Navidad. Fue en ese momento que el militar retirado lo impactó a gran velocidad y se produjo el fatal accidente.
La víctima fue trasladada al hospital Central con politraumatismos causados por un accidente vial, pero falleció en ese nosocomio por el fuerte impacto que recibió.
A Gonzalo Sánchez no lo mató la pirotecnia
La versión de que había sufrido una crisis producto de la pirotecnia fue desmentida casi un día después por la tía del joven. La mujer comentó que fue la velocidad a la que circulaba un conductor lo que acabó con la vida de su sobrino.
Gonzalo no sufrió ninguna crisis en particular, sino que repitió una situación que suele darse cada vez que llega a una casa: comenzar a dar vueltas por la calle hasta que identifica la casa a la que debe dirigirse.
En ese sentido, Jimena Paris (tía del joven) aclaró que los propios vecinos de la cuadra donde fue atropellado el joven, fueron testigos de la alta velocidad a la que circulaba el auto Citroen C4.