El jueves pasado por la noche se desplegó un gran operativo policial en el centro de Mendoza. Allí falleció Facundo “Kako” Martínez, de 43 años, que estaba siendo perseguido por la policía federal. El presunto ladrón perdió su vida frente a unos disparos efectuados de un uniformado.
El policía de 31 años fue detenido, junto a su compañera, luego de los hechos ocurridos. El sábado, el uniformado fue imputado de homicidio agravado por ser miembro de una fuerza de seguridad por la fiscal Homicidios Andrea Lazo. Ese día también fue dejada en libertad la compañera del imputado.
Esa imputación será definida en los próximos días, luego de una comparación de la declaración del policía federal implicado y las pruebas. Con esto se podrá saber si la declaración del uniformado coincide con las pericias y pruebas obtenidas.
La declaración y las pruebas
El policía había declarado que los disparos efectuados eran de carácter intimidatorio luego de un movimiento sospechoso y no fue su intención matar.
Frente a esas declaraciones, la fiscalía espera recibir más información para contrastar la declaración con las pruebas. ¿Qué pruebas esperan exactamente? Las cámaras de seguridad de la zona y los resultados de las pericias de balísticas y la psicológica del imputado.
Pero es poco probable que la caratula se defina por exceso de legítima defensa, ya que Martínez no se encontraba armado.