Hace casi 5 años que la tan admirada escritora mendocina Liliana Bodoc se fue de este mundo, pero sin duda nos dejó muchas historias atrapantes y llenas de fantasía las cuales todavía muchos recordamos con cariño. En el Día Internacional del Libro, hablamos con su hijo, Galileo Bodoc, quien no olvida el gran compromiso de su madre con la literatura y trabaja para seguir divulgando sus obras y para que su legado continúe presente.
En Vía Mendoza quisimos celebrar a la gran autora mendocina y hablamos con su hijo, Galileo Bodoc quien nos contó hermosos recuerdos que tiene de su madre Lili, cómo era ella tanto como persona y como escritora, y nos habló del trabajo que realiza para mantener viva la memoria de su madre, luego de 5 años de su fallecimiento. Además, recordó obras famosas y tan queridas por los lectores como “La Saga de los Confines”, y contó cómo su madre estaba presente en cada una de sus historias.
Cómo recuerda Galileo a su madre Liliana Bodoc
Al recordar a su madre Liliana, Galileo aseguró que era una persona difícil de definir, debido a que llevaba consigo una enorme humildad y simpleza que la caracterizaba, pero que a su vez siempre buscaba visibilizar en sus obras las injusticias y problemáticas del mundo.“Tenía una simpleza y una humildad que realmente conmovía. Era una artista versátil que siempre estaba al servicio de los demás. Se preocupaba porque su arte sirviera para algo”, expresó Galileo.
Además, mencionó el rol que tuvo Liliana en la literatura argentina, alegando que fue una artista muy representativa de su época y que ocupó un espacio muy importante en la literatura épica y fantástica. De hecho, fueron sus libros de “La Saga de los Confines” y “Tiempo de Dragones” los que le dieron el título de la “Tolkien latinoamericana” ya que retrataba, como su hijo denominó, “un espacio vacío” que culturalmente había en Latinoamérica con respecto al género épico- fantástico. Su hijo recuerda cómo la vieron crecer en su familia como escritora, quien a su vez, como destaca Galileo, con pocos años ejerciendo la literatura llegó a publicar más de 30 libros.
“Nosotros la vimos transformarse en escritora y no perder nunca sus sueños, sus ideas y la importancia que ella le daba a los demás. Vimos lo genuino que fue su crecimiento y fue una experiencia maravillosa que nos marcó la vida. Fue siempre para nosotros, mi hermana y yo, una gran maestra”, comentó Galileo.
Respecto a su trayectoria como escritora, Galileo no dejó de mencionar que el proceso creativo de sus obras Liliana no lo hizo sola sino que siempre recibió ayuda de sus hijos, tanto para darle nombres a los lugares y personajes como para el desarrollo de sus historias. “No era una artista reservada”, comentó Galileo.
Por otro lado, a pesar de que la autora nació en Santa Fe, vivió casi toda su vida en Mendoza y respecto a esto su hijo contó que se consideraba mendocina en muchos aspectos. “Desde Mendoza escribió la mayor cantidad de partes de su obra, por eso se la asume como una escritora mendocina y está perfecto que así sea”, expresó Bodoc.
Por qué se la bautizó como la Madre de los Confines
“La Saga de los Confines: Los días del venado”, fue la primera obra que hizo que se convirtiera en una autora de renombre tanto a nivel nacional como mundial. Con el tiempo, comenzaron a llamarla “La Madre de los Confines”, el cual es un nombre que le genera mucha ternura y emoción a su hijo Galileo.
“Ella tenía una forma de ser con todo el mundo la cual era una forma muy maternal, que transmitía una cosa de madre. Ella se refería a todos como sus hijos, incluso a mi papá le decía hijo cariñosamente. Y por otro lado, ella creó los Confines. Ese mundo maravilloso que amamos. Es por eso que un día se le empezó a decir la Madre de los Confines. Creo que cualquiera que la conoce y la lee le resuena como una buena forma de llamarla”, expresó Galileo.
Tras esta hermosa definición de su madre, Galileo aseguró que, de alguna manera, ella se reflejaba en uno de sus personajes de la Saga de los Confines, debido a tal característica materna de amor y sabiduría que esparcía a todo aquel que la conocía.
“El personaje de Vieja Kush, de alguna manera es un pedazo del alma de Lili, y es como ella pensaba ser de anciana. Ella soñaba ser como Vieja Kush, y yo creo que lo será para siempre”, manifestó emocionado Galileo.
Cómo continúan los hijos de Liliana Bodoc con el legado de su madre
Sin duda nos genera mucha emoción a los fanáticos de la autora, el hecho de que ella dejó un libro sin terminar tras su triste e inesperada partida de este mundo. Sin embargo, con mucho esfuerzo, amor y compromiso, sus hijos Galileo y Romina trabajaron para terminar el libro inconcluso de su madre y en septiembre de 2022 lograron publicarlo. Se trata del libro “Tiempo de Dragones: Las Crónicas del Mundo”, y a 7 meses de concluida la enorme misión de terminar el libro de su madre, Galileo recuerda aquel momento.
“Aveces no lo puedo creer porque fue un trabajo enorme, un desafío muy grande para nosotros. Sin embargo, nos sentimos muy acompañados por la memoria de Lili. Entendimos que ella nos enseñó otra cosa a lo largo de la vida y decidimos volver a desafiarnos y hacerlo por dentro de la ficción. Hoy me siento muy conforme y feliz, con ganas de leerla de nuevo un poco más a la distancia”, recuerda Galileo.
Actualmente, Galileo continúa con el legado de su madre, trabajando para que más ejemplares de sus obras se editen y continúen presentes en librerías de todo el país. Pero además, él viaja por el país realizando obras de teatro en memoria de su madre, las cuales algunas fueron escritas por ella, llamadas “El teatro sucede en colores”.
“Yo trabajo, dirijo y actúo en la compañía de teatro “Tres Gatos Locos”, estamos trabajando mucho y hemos viajado por todo el país con las obras de Lili. Quizás este año vayamos a Mendoza con “El espejo africano”, adelantó Galileo
Talentosa, cariñosa, madre, son algunos de los adjetivos que podrían definir a la gran autora mendocina, Liliana Bodoc. Por desgracia, hace ya 5 años que no está con nosotros, pero aunque no esté presente en la tierra, ella sigue viva en cada libro, en cada palabra, en cada oración que ha escrito. El legado de la Madre de los Confines es y siempre será eterno.