En el arranque del juicio político en el Consejo de la Magistratura que definirá su futuro, el suspendido juez federal de Mendoza Walter Ricardo Bento aceptó declarar para rechazar las acusaciones en su contra y aseguró que “jamás” integró una “asociación ilícita” ni incurrió “en el mal desempeño”. “Lo único que buscan es meterme preso”, alertó.
“Jamás integré una banda, una asociación ilícita, ni como miembro ni como jefe y jamás incurrí en el mal desempeño de mis funciones”, dijo Bento al exponer ante los siete integrantes del tribunal que se conformó para resolver si corresponde destituirlo del cargo.
En la primera sesión del jury, que según establece la Constitución Nacional debe resolverse en un plazo de 180 días hábiles, se escucharon los planteos de la defensa de Bento, liderada por el abogado Mariano Fragueiro Frías, y también los argumentos de la acusación, a cargo del abogado Miguel Piedecasas, la diputada nacional Roxana Reyes (UCR) y el senador nacional Eduardo Vischi (UCR).
“Le pido al jurado que no convalide esto, que lo único que busca es meterme preso y quedarse con el cargo que siempre desde el inicio fue el móvil, el cargo del Juzgado Electoral de Mendoza”, apeló Bento hacia el cierre de su presentación que se extendió por una hora y que continuará este martes en la sede del Poder Judicial de la Nación.
La audiencia de debate oral y público ante el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados de la Nación comenzó con la presentación de Fragueiro Frías, quien trató de impugnar el accionar de la parte acusadora al cuestionar su conformación y la definición de los testigos que declararán en el proceso. Finalmente, el tribunal rechazó sus observaciones.
Las acusaciones
Piedecasas fue el encargado de abrir la presentación de las acusaciones por mal desempeño. “Es un magistrado procesado, embargado por más de 206 millones de pesos y con prisión preventiva decretada. Señores, la plantilla del Poder Judicial nacional y federal es de aproximadamente 102 magistrados, estarán en ejercicio 750 y ninguno en la condición del magistrado Bento, procesado en ocho oportunidades por diez diferentes delitos”, comparó.
El letrado repasó que a Bento se lo acusó de “haber recibido dinero u otros bienes a cambio del dictado de resoluciones favorables a los sobornadores, de tener el rol de jefe u organizador de una asociación ilícita, de haber experimentado un enriquecimiento patrimonial injustificado, de haber desplegado maniobras destinadas a darle apariencia de lícitos a fondos de origen ilícito, de haber cometido actos de falsedad ideológica y de haber cometido actos de infracciones a los deberes de conducta de un magistrado”.
Reyes reforzó la acusación al indicar que el suspendido juez federal no logra justificar sus llamativos viajes al exterior, que llegó a realizar durante lapsos de “hasta 100 días por año” y en los que se alojó en “hoteles de lujo”. “Hay registros de alojamiento en Las Vegas”, resaltó para luego señalar que el magistrado debe explicar el uso de “autos de alta gama” y hasta de “limusinas”.
La diputada radical también hizo mención a las múltiples tarjetas de crédito asociadas con los viajes de Bento y su familia al exterior y a las irregularidades en sus declaraciones patrimoniales.
Reyes apuntó contra Bento al cuestionar también la “ostentación de un modo de vida indecoroso” y agregó que omitió en sus declaraciones juradas declarar un reloj Rolex, dos bicicletas de alta gama y tres mil euros.
“Si fuera cierto lo que acaba de decir la acusación, yo estaría más preocupado de lo que estoy”, replicó Fragueiro Frías antes de advertir que “reiterar la mentira no la convierte en realidad”. El abogado defensor se ocupó de rechazar los planteos, sobre todo el de las tarjetas de crédito al asegurar que esos plásticos “son de las compañías de seguro de las agencias de viaje” que contrató Bento para sus cuestionadas salidas al exterior.
Qué dijo Walter Bento
Seguido, fue el turno del propio Bento quien cuestionó que las acusaciones se basen en procesamientos y no en sentencias firmes contra su persona. “Las causas se están desmoronando como un castillo de arena”, opinó.
El suspendido juez aseguró que los testigos que declararon en su contra fueron obligados y hasta dijo que sufrieron “violaciones y torturas”. Bento desestimó las acusaciones sobre su eventual enriquecimiento ilícito: “No me fui de Buenos Aires a Mendoza para enriquecerme, acá ganaba mejor en la administración privada”, contrastó luego de recordar sus inicios en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
“Jamás incurriría en el delito de mal desempeño y menos por dinero, porque en mi familia tenemos claro que el dinero no compra la salud”, agregó Bento, quien también justificó sus viajes al extranjero al indicar que fueron para compensar sus intensos años de trabajo como subrogante.
Bento continuará este martes con su presentación y, según adelantó, aceptará las preguntas de la parte acusadora. El jury seguirá con la exposición de los 15 testigos, que se extenderá hasta el 9 de octubre.
Luego, el tribunal integrado los jueces de cámara Javier Esteban de la Fuente (Presidente) y Javier Leal de Ibarra (Vicepresidente), los senadores Pablo Bensusán y José María Torello, las diputadas Anahí Costa y Ana Clara Romero, y el abogado Alfredo Enrique Barrau deberá analizar si avanza con la destitución del suspendido magistrado de Mendoza, para lo cual necesitará cinco de los siete votos.
Bento concurrió temprano al inmueble ubicado en Libertad 731, a metros de los tribunales donde funciona la Corte Suprema de la Nación. A las 9:26, el cuestionado magistrado mendocino ingresó junto a su esposa Marta Isabel Boiza Yorino y su hijo Luciano.
“Son todas mentiras y hoy lo voy a dejar en claro”, dijo Bento en un breve contacto que mantuvo con la prensa antes de que arranque el jury.
Durante la audiencia, se mantuvo casi inmutable aunque en breves ocasiones movió su cabeza de lado a lado para exponer su desacuerdo con algunos planteos de la parte acusadora.
Bento ponderó los valores de su familia y en particular de sus hijos, a quienes mencionó emocionado y lamentó que también se encuentran involucrados en la causa. Repitió en varias oportunidades que las acusaciones contra su desempeño se gestaron “entre gallos y medianoche” y volvió a apuntar contra el fiscal federal Dante Vega.