La crisis económica que arrastra Argentina y la llegada del coronavirus en 2020 hizo desastres en el mercado laboral y Mendoza no escapa a ese negro panorama.
De acuerdo a un informe del Instituto de Trabajo y Producción (ITP) de la UNCuyo durante el año pasado en el Gran Mendoza la tasa de desempleo registró un pico del 15,3% entre abril y junio, empujando el promedio anual al 11%.
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“La recuperación del empleo, que se registró en la segunda mitad de 2020, estuvo impulsada por la creación de puestos de trabajo de baja calidad, haciendo disparar la informalidad al 41,4% en el tercer trimestre del año”, describió la secretaria general del ITP UNCuyo.
Según la Encuesta de Indicadores Laborales del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social (MTEySS), que analiza el empleo formal de empresas con 10 o más trabajadores, en diciembre de 2020 el Gran Mendoza tuvo una caída interanual del 4,7%, siendo el segundo aglomerado del país con mayor retracción. Si se miran los datos del SIPA (también del MTEySS) que incluye a la totalidad del empleo privado en la provincia, se observa una caída interanual aún mayor, del 5,8%.
“Es un tiempo para convocar, acordar diagnósticos, crear consensos, elaborar estrategias y coordinar políticas de Estado que prioricen la acuciante situación de los hogares con mayor vulnerabilidad, las infancias, jóvenes, mujeres y trabajadores en condiciones de informalidad, a gran escala y que contemplen las realidades regionales y locales”, reflexionó María Eugenia Martín.
Tendencia y magnitud
Albina Pol, coordinadora del Observatorio Laboral del ITP UNCuyo, explicó que este análisis se realiza desde hace años y combina los datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Indec y de los números de empleo registrado que maneja el Ministerio de Trabajo de la Nación. De esa forma, buscan hacer un abordaje integral de la dinámica laboral de la provincia en el marco del contexto nacional.
Respecto de la caída del empleo, Pol comentó que les llamó la atención la magnitud de la caída del empleo formal en la provincia, pero se trata de una tendencia que viene de años anteriores: “Desde la crisis de 2018-19, el empleo en la provincia viene teniendo un desempeño muy negativo. A partir de la crisis generada por la pandemia, se profundizó”.
Los datos del MTEySS reflejan esta caída importante de casi el 6% en el empleo privado en Mendoza. “Principalmente viene explicada por el desempeño que ha tenido la construcción (eso explica también la caída en Jujuy, por ejemplo), pero también por la baja tan significativa que ha tenido el empleo privado en el sector de comercio, muy ligado a la dinámica del turismo en la provincia”, apuntó la coordinadora.
El informe señala que entre 2012 y 2019 el número de asalariados registrados privados de la provincia se estancó en torno a los 240.000 trabajadores. En 2019, con la profundización de la crisis que afectó a todos los sectores productivos, el empleo privado tuvo una caída del 0,8 % promedio anual. Finalmente, 2020 fue el año de peor desempeño del empleo privado provincial de los últimos tiempos, con una abrupta caída interanual de 5,8%, según el SIPA.
Si bien durante el año pasado el PBG provincial cayó menos que el PBI nacional (entre un 7 y 8,6% en Mendoza contra un 10% a nivel nacional), Pol sostuvo que “no hay una relación directa” entre la magnitud en la caída del producto y el empleo privado formal. Su explicación es que esos índices son el resultado de la dinámica económica general e incluyen tanto al sector formal como al informal.
“Puede haber caído menos la economía, pero Mendoza tiene en su estructura productiva una fuerte incidencia de actividades con alto nivel de informalidad, como el caso del turismo y del comercio. Hubo una caída consecutiva en los últimos tiempos del empleo industrial, por ejemplo, que es uno de los sectores que tiene mayor nivel de formalidad en términos de mercado de trabajo”, apuntó Pol.
Un nuevo trimestre mejor
Desde el Ministerio de Economía y Energía de Mendoza opinaron que, aun cuando 2021 es un año atípico para hacer comparaciones, se debería mirar el promedio anual en vez de hacer un análisis puntual con el interanual de diciembre. “La tasa de desocupación para Mendoza fue en promedio de 11% en 2020, tocando un piso de 8,2%, mientras que en el conjunto de aglomerados fue de 11,6%”, afirmaron desde ese ministerio.
En ese sentido, creen que si se hiciera otro recorte y en vez de mirar diciembre se tomara el tercer trimestre (plena pandemia), saldría que Mendoza tuvo una baja de desempleo interanual en 0,5 punto porcentual mientras que a nivel nacional aumentó 2 puntos porcentuales.
De todos modos, desde el Gobierno hacen números sobre el primer trimestre de 2021 (datos que se darán a conocer en junio) y esperan tener niveles de empleo similares al mismo período de 2020. Algunas razones para fundamentar esa recuperación son el aumento de precios y cosechas de cultivos centrales como uva, ajo, tomate y durazno, la apertura limitada del turismo en el último verano y el crecimiento de las economías del conocimiento.
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“Mucho tiene que ver el haber mantenido el equilibrio economía-salud y todas las políticas proactivas que ha tenido el Gobierno provincial, desde la baja de Ingresos Brutos a 51 actividades que benefició a 9.777 empresas, hasta las inversiones a través del Mendoza Activa”, señalaron.
*Este texto fue publicado originalmente por Los Andes. Se reproduce aquí con la autorización correspondiente.