Una familia mendocina estafó al PAMI, la Obra Social de los jubilados, en más de $50 millones. En total eran 11 los involucrados pero solo uno cumple prisión efectiva y del dinero no hay novedades y solo dos vehículos decomisados.
Jorge Emanuel Godoy Resa era empleado del PAMI y hoy cumple una condena a cinco años y once meses de prisión efectiva. Su padre, José Antonio Moisés Godoy Torres, también recibió la misma condena, pero por su edad cumple prisión domiciliaria. Otros miembros de la familia fueron condenados pero a penas menores con prisión en suspenso.
Jorge Godoy aprovechaba su puesto de trabajo para sustraer recetarios originales del PAMI. En total, la Justicia Federal peritó 371 recetas en las que encontró distintas irregularidades como datos de afiliados inventados, troqueles truchos y sellos apócrifos de profesionales médicos que trabajan con PAMI.
Esas recetas, principalmente de insulina, eran cambiadas por medicamentos en la farmacia "La Pirámide" ubicada en la calle Córdoba al 45, de Ciudad. Allí participaron sistemáticamente otros miembros de la familia de Jorge Godoy. Su esposa, Rosmary Lourdes Insua Blangetti, su madre, Nélida Cristina Resa Brunatto y otros tres cómplices: Esteban José Genco Olmedo, Paulo Edgardo Composto Grimalt y Carlos Alberto Bustos Barrera.
En concreto, ellos se acercaban para obtener medicación de las correspondientes prescripciones médicas que la Obra Social PAMI costeaba en beneficio de afiliados que no la precisaban, o que no eran diabéticos, o que no habían sido dados de baja del sistema, o que habían sido dados de alta previamente. El alta y el grado de cobertura de los afiliados lo establecían Jorge Godoy Resa y otro empleado del PAMI, Carlos Augusto Colombi Miralles, quienes utilizaban su clave de acceso para realizar las maniobras, informa Diario El Sol.
La medicación era reinsertada en el mercado mediante dos farmacias que había adquirido Jorge Resa, una en Las Heras y otra en Maipú. Incluso, desde allí despachaban la droga a otras provincias para su comercialización.
Según consta en la denuncia, el procedimiento era el siguiente: "Las maniobras típicas realizadas a través de estas dos farmacias consistía en falsificar troqueles de medicamentos para adosarlos a recetas de PAMI que contenían la prescripción de insulinas, tiras reactivas y/o medicamentos ambulatorios de venta bajo receta a afiliados del Instituto que no precisaban la medicación, o que no eran diabéticos, o que no habían sido dados de baja del sistema, o que eran dados de alta, junto con la firma y sellos apócrifos de médicos e instituciones de salud prestadoras de la obra social defraudada, y la inscripción de datos falsos de terceras personas intervinientes en el retiro de la medicación, para de ese modo simular su venta y dispensa. Dichas recetas, luego, se presentaban al cobro ante la Cooperativa Farmacéutica de Mendoza (COFARMEN) para obtener y abultar el crédito disponible para sus farmacias".
Al obtener las notas de crédito para esas dos farmacias, la asociación ilícita podía retirar medicamentos de distintas droguerías para reinsertarlo en el mercado negro, informó Diario El Sol.