Celeste Alemany tiene 19 años, es estudiante de enfermería y ayudó a Emilia Melgarejo, una formoseña que dio a luz a Gianfranco, arriba de un colectivo.
"Me traslado siempre al centro de Mendoza para estudiar, la señora iba en el asiento de atrás mío y me desperté en Potrerillos porque vi que su esposo iba y venía permanentemente en el micro y hablaba con el chofer", comentó Celeste.
Celeste reside en Uspallata con sus padres, Carina Valenzuela (42) y Claudio Alemany (45). Tiene dos hermanos, Joshua (8) y Cielo (11). Su papá es enfermero profesional y de allí surge el oficio de Celeste, que sin quererlo, ya debutó su profesión de la mejor manera.
Retomando su relato, revivió aquel momento: "Me di vuelta y vi que una chica embarazada estaba con contracciones y su marido buscaba a una enfermera. Una señora que estudió primeros auxilios empezó a estabilizarla y yo también le ayudé", añadió Celeste.
"Cuando llegábamos a Luján empezó a tener contracciones cada cinco minutos. El chofer se comunicó con una ambulancia, que nunca llegó, entonces un señor le dijo cómo llegar a un Centro de Salud del lugar", relató.
"Fue raro lo que me pasó porque los profesores te dicen que en tercer año vas a observar los partos. Es otra cosa estar presente, tener que actuar y no dejar a la persona en ese estado. Es un servicio a la comunidad".
"A una cuadra y media para llegar al hospital, la chica decía que no daba más y le decíamos que se relajara. Decía: 'se me sale el bebé y vimos que ya tenía asomada la cabecita. Salió el bebé, era el primero que agarraba en mi vida, se sentía raro y me di cuenta que el cordón umbilical estaba cortado. Entonces lo atamos con un colín (para el pelo)".
"Después subió una enfermera al colectivo y se encontró con que el bebé ya había nacido y estaba llorando", se explayó.
La mamá y su bebé están internados en la Clínica de Luján y esperan que les den el alta. Fuente: Diario Uno.